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En marzo pasado, Renzo Oliva fue sometido a un tratamiento con células madre en China para concretar su sueño de recuperar la visión. Tras los avances obtenidos, este fin de semana partirá nuevamente rumbo a Beijing, para iniciar la segunda etapa del tratamiento.

Cabe recordar que al pequeño, oriundo de Colonia Avellaneda, le diagnosticaron retinopatía del prematuro a los dos meses de vida, enfermedad que le impide ver correctamente. Después de realizar la primera etapa del tratamiento y los ejercicios de estimulación, sus avances fueron notorios y los médicos chinos resolvieron que había llegado el momento para la segunda etapa.
La segunda etapa
Estarán 15 días en el país asiático, en donde le practicarán seis implantes a Renzo: tres vía punción lumbar y tres por vía intravenosa.

Al respecto, Carla Lara, la mamá del nene, dijo: “Estamos re contentos porque nos habían avisado que el segundo viaje iba a ser antes del año pero como fui mandando los análisis de sangre cada dos meses, en el segundo envío me consultaron si Renzo estaba viendo objetos de cerca”.

Entonces les explicó que cuando el niño se traslada y advierte que hay objetos “no se los choca y cuando ve algo que hace contraste, compara”. Según les indicaron, eso significa que la retina está empezando a desarrollar y es el momento justo para hacer el segundo implante. El tratamiento será el mismo al que accedió meses atrás.
Los días en China
Consultada sobre la experiencia de estar varios días lejos de casa, Carla indicó que “cuando estás allá, querés que pase todo rápido y que él empiece a ver lo antes posible. Al principio te desilusionas porque ves que es lento, pero los avances que está teniendo se notan y más cuando comparás fotos de antes del primer viaje y de la actualidad”.

Tras ello, dio cuenta que los días en China son “difíciles. Estás todo el día encerrada, vamos en época de frío y no te dan mucho permiso para salir. Además estamos un poco aislados porque allá no tenés redes sociales ni nada, y cuesta; pero estamos tranquilos y bien atendidos”.

Según contó Carla, los chinos “son muy amables”, el conserje del lugar donde van “habla un poco castellano y es muy buena onda; al igual que las enfermeras que si bien no hablan el idioma se hacen entender con señas, están acostumbradas”, dijo y mencionó que solicitaron que en el turno los pongan con una familia argentina “para no estar tan solos”.

En esta oportunidad, Renzo viajará acompañado de su mamá y su abuela. Saldrán el sábado por la mañana temprano de Paraná pero deberán esperar varias horas en el aeropuerto de Ezeiza porque el vuelo es por la noche. El regreso está previsto para el 5 de noviembre.

Vale recordar que el pequeño Oliva pudo acceder al tratamiento gracias a la solidaridad de la ciudadanía y al esfuerzo de su familia que organizó diferentes eventos para lograr recaudar los 50.000 dólares que costó el procedimiento médico.
Fuente: El Once

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