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Playas repletas de bañistas y porcentajes elevados de ocupación turística conforman una postal ideal a la hora de resumir, en pocas palabras, cómo está resultando la temporada de verano en la costa del río Uruguay.

Sin embargo, a la par de la cantidad de visitantes y las reservas a futuro, aparecen otras cifras que también merecen atención. En ese sentido, la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) puso a disposición de los interesados información sobre la calidad del agua de cada una de las playas monitoreadas, en el marco del “Programa de vigilancia de playas del río Uruguay”, temporada estival 2019-2020. A nivel departamental, la situación del Balneario Municipal Santiago Inkier de Colón (ver cuadro Colón RA) se torna comprometida por su alto nivel de contaminación bacteriana, de acuerdo al último informe oficial del organismo binacional. Allí se detalla que tanto coliformes fecales como escherichia coli y enterococos se vienen elevando, semana a semana, en sus sucesivas mediciones.

Al otro lado del río Uruguay, el panorama se presenta bastante disímil. Si bien el nivel de contaminación en algunos parámetros aumentó (ver Paysandú ROU), lo hizo de manera más paulatina y en cantidades inferiores a las de las costas entrerrianas a la altura de Colón.

En tanto, el caso del Balneario Municipal de San José (ver San José RA) parece ser diferente a las cifras que arrojaron las últimas mediciones en Colón y Paysandú.
Un primer llamado de atención
La semana anterior, el diario El Telégrafo de Paysandú había publicado un informe periodístico en el que destacaba que su “balneario municipal mantiene un muy buen nivel de calidad del agua del río Uruguay para baños recreativos, superior a las otras dos playas que integran el mismo tramo del ‘Programa de vigilancia de playas del río Uruguay’ de la Caru” para, a continuación, detallar que “el tramo incluye el Balneario Municipal Inkier en Colón y San José”, ambos de Entre Ríos.

En el caso del balneario sanducero, el medio oriental indicaba que “en lo que refiere a coliformes fecales, la media geométrica es de 155 Unidades Formadoras de Colonias (UFC) cada 100 mililitros; 71 UFC/100 ml de escherichia coli y 31 esterococos, siempre con la misma medida: estos parámetros determinan una muy buena calidad del agua y declaran al balneario apto para baños recreativos, con aguas limpias; tanto así que hubo registros negativos en las colonias de escherichia coli y de enterococos”.

“Distinta es la situación de la playa de Colón, que tiene una media geométrica de 698 coliformes fecales, 345 escherichia coli y 267 enterococos”, continuaba diciendo. Más allá del promedio, ponía de relieve que “en los cinco días bajo estudio hubo picos de 1080 coliformes fecales, de 800 colonias de escherichia coli y 820 de enterococos. El mayor registro fue de 1775 coliformes fecales el 13 de enero”.

“Una situación similar a la de Colón se vive en la playa de San José, donde también se registraron picos de más de 1000 Unidades Formadoras de Colonias, alcanzado las 1500 también el 13 de enero”, concluía.
Referencias
En relación a indicadores microbiológicos de importancia sanitaria, el “Digesto sobre el uso y aprovechamiento del río Uruguay” establece los siguientes valores estándares para las aguas destinadas a actividades de recreación con contacto directo:

• Coliformes fecales (termotolerantes): Determinados mediante la técnica de la membrana filtrante y basados en un mínimo de cinco muestras igualmente espaciadas tomadas en un período de 30 días durante la temporada balnearia no deberán exceder una media logarítmica de 200 UFC/100 ml, ni superar los 500 UFC/100 ml en más del 20% de las muestras.

• Escherichia coli: La media geométrica de, al menos, cinco muestras en 30 días no debe exceder los 126 UFC/100 ml.

• Enterococos: La media geométrica de, al menos, cinco muestras en 30 días no debe exceder los 33 UFC/100 ml.

Si se supera uno de los valores estándares anteriormente descriptos, desde la CARU sugieren no ingresar al agua de la playa en cuestión.

En relación a floraciones algales de cianobacterias potencialmente tóxicas, se emplean valores definidos en base a bibliografía específica actualizada en la materia a nivel mundial, como lo son los documentos de referencia de la Organización Mundial de la Salud y la legislación de distintos países.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa).

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