Se trata de un vuelo de más de 55 horas, en las que recorrerá 38.200 kilómetros. A bordo viaja un grupo de 17 tripulantes integrado por 12 pilotos (cuatro comandantes y ocho copilotos), cuatro técnicos de mantenimiento y una despachante de aeronave, la única mujer. En total, las personas reclutadas integran cuatro tripulaciones completas, con lo que se busca garantizar un personal "lo más descansado posible" antes de cada aterrizaje.
Si todo sale como está planeado, arribará a Argentina con los insumos médicos el sábado, a las 4:30 de la madrugada.
Un paranaense, entre los tripulantes
José Aguer es oriundo de Paraná y partió, este miércoles, junto al resto de la tripulación rumbo a China. Su mamá contó que desde chico quiere ser piloto de avión."Él lo hace con mucho gusto, con muchas ganas. Antes de irse me dijo que lo hacía por los insumos, por todo lo que había que traer, que se necesitaba en nuestro país. Estoy contenta. Es un vuelo muy largo", narró María Schonfeld.
Explicó que "tenía 8 años y nos dijo que quería ser piloto. Costó mucho, para serlo tenía que estudiar mucho y rendir, pero aprobó todo y fue piloto de Fuerza Aérea. Después estuvo en España seis meses, voló otros aviones. Volvió a Argentina, vivió en Reconquista muchos años y lo trasladaron a Paraná. Después llegó a Capital y le salió la oportunidad de irse a Aerolíneas Argentinas. Está muy contento ahí".
"Me enteré de este viaje a China la semana pasada. El sirve a la Patria, es algo que hace con mucho amor. Ahora a esto lo vivo desde casa, recibimos fotos de él. Al despegue desde Ezeiza a China lo hizo él y cuando hicieron una escala en Nueva Zelanda también despegó él", manifestó.
Comentó que "él se ofreció para hacer vuelos de repatriaciones, es algo voluntario. Él dice que la gente de este país no puede quedarse afuera. Estuvo en uno de los primeros vuelos de repatriados de Madrid. Mis hijos son mi orgullo".
