Consultada sobre algún posible tratamiento a futuro, la mamá fue contundente: “Por ahora, nada. Lo primero es mantenerlo vivo y que pase estas 48 ó 72 horas críticas. Recién ahí los médicos van a ver si le pueden empezar a dar de comer por sonda”. Y, en ese sentido, aclaró que “Gael va a entrar muchas veces más al quirófano pero eso no significa que sea para una operación, sino para limpiarlo de a poco de la suciedad producida por la propia quemadura, sobre la piel y el pelito”.
“Él está en coma inducido para que no sufra por el dolor, porque llegó bien acá: despierto y respirando”, comentó Sandra sobre el traslado desde el hospital local al materno infantil “San Roque”, de Paraná, donde permanece internado en terapia intensiva. “La tención que estoy recibiendo acá es única”, agradeció.