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Gabriel Piccato
Gabriel Piccato
Gabriel Piccato
Con más de 25 años en el lomo, Gabriel Piccato es uno de los entrenadores con mayor recorrido dentro del básquet profesional argentino. Ha dirigido una docena de equipos entre Liga Nacional y TNA –ahora Liga Argentina-, y actualmente es uno de los asistentes de Sergio “Oveja” Hernández en la Selección Nacional.

Curiosamente todo ese currículum pertenece a un técnico de apenas 48 años –en diciembre cumple 49- que arrancó muy joven en la profesión y tuvo su primera experiencia en La Unión de Colón, pasando a ocupar el puesto de entrenador en jefe tras la renuncia de Pablo Columba en el TNA 95/96.

Fue el inicio de un largo recorrido que lo tuvo un par de campañas más en el “Rojo” de Colón, donde terminó de impulsarse hacia la Liga Nacional de Básquet, primero como asistente de Sergio Hernández, y luego como entrenador en Boca Juniors (donde fue campeón de la temporada 2006/2007 con Paolo Quinteros, a quien había tenido en La Unión, como figura), para luego dirigir en tres ciclos a La Unión de Formosa (en uno fue subcampeón), Obras Sanitarias, Libertad de Sunchales, Regatas Corrientes y a Peñarol de Mar del Plata, de donde renunció a principios de 2020. También dirigió a Banda Norte de Río Cuarto en el TNA 2012/2013 y fue ayudante de Hernández en Peñarol.

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Piccato, dirigiendo a Regatas Corrientes Agrandar imagen
Piccato, dirigiendo a Regatas Corrientes
En la actualidad, tras marcharse del “Milrayitas”, Piccato volvió a radicarse con su familia en la ciudad de Colón, eligiéndola: “su lugar en el mundo, por su río, los buenos paisajes y la tranquilidad”, según contó el miércoles en el programa DEPORTES 12 (RADIO 12, FM 89.1 – www.radiodoce.com). De hecho, su hijo juega en las infantiles del “Rojo” y Gabriel suele acompañarlo en los encuentros. “Le gusta mucho el básquet. En mi caso no soy de meterme cuando juega y no tengo la necesidad de que llegue a trascender en algo que quizás el día de mañana no elija. Si en algún momento requiere un consejo, se lo daré”, admitió.

En una charla distendida que arrancó tratando temas de actualidad, el santafesino nacido en San Jorge confesó: “Esta etapa de pandemia es una situación extraordinaria y hasta difícil de entender. Creo que lo más razonable es apostar por la salud, sobre todo en la medida que cada uno pueda hacerlo. Entiendo que hay mucha gente que tiene que salir a enfrentar una realidad dura por cuestiones laborales. En mi caso puedo elegir quedarme”.

Aparte de descansar y disfrutar de su familia, la pelota naranja continúa picando en la mente de Piccato, que aprovecha el tiempo libre para sacar conclusiones y sumar conocimientos. “Intento crear hábitos de reflexión sobre lo que pasó, ante todo realizando una autocrítica. Evaluar el entorno y el contexto en el cual participé, porque ahí también hay interacciones, entre lo que uno propone y lo que lo rodea. Y sacar conclusiones de manera objetiva para saber qué pasó y darle un cierre a cada etapa”, describió, y agregó: “Una vez que eso ocurrió, empezar a mirar hacia adelante. Amo la profesión, quiero seguir dirigiendo y tengo la necesidad que me vuelvan a elegir. Entre eso y lo que va a venir, apuesta a una inversión en la adquisición de conocimientos. Me siento afortunado de todos los días hacer cosas que me apasionan y vivir de esto. Es la cara positiva de la moneda. La otra cara es la incertidumbre de no saber cuándo volveremos a ser elegidos, como les sucede a millones de personas en general. Mientras tanto sigo invirtiendo el tiempo en aprender y mejorar habilidades”.

Y tallando un poco más sobre los temas en cuestión, subrayó: “Me enfoqué mucho en profundizar estadísticas avanzadas sobre el análisis de distintas ligas, sacando un patrón en común de diferentes ligas y con distintos jugadores. Visualizo las variables, cotejo números y veo si las cosas que propongo se llevan a cabo en la cancha. También en este último tiempo desarrollé mi inglés, porque al estar siempre trabajando lo fui postergando. Soy consciente que se reduce mucho la probabilidad de crecer profesionalmente si no manejo el idioma”.

La charla continuó y llegó el momento de retrospectiva, trasladándonos a los primeros años de los ’90, cuando el TNA recién surgía y La Unión comenzaba a ser uno de sus protagonistas. “Vine a Colón a los 21 años a trabajar en las formativas y también como asistente de Pablo Columba, a quien había conocido en Atlético San Jorge. Con el correr del tiempo la dirigencia tomó la decisión de terminar el ciclo de Columba y Carlos Delasoie me dio la oportunidad de dirigir al equipo. Mirando retrospectivamente me parece una verdadera locura, porque era muy joven, tenía poca experiencia y el equipo no estaba en el mejor momento. Pero tenía muy buenos jugadores, gente sana y el respaldo de Carlos. Fue un primer paso decisivo para mi carrera. Fue una temporada muy larga y recuerdo que el día que nos salvamos del descenso, ganándole a Ciclista en Junín, sentí un alivio muy grande”, reseñó.

En ese momento la entrevista sumó otro integrante, y justamente fue el visionario que observó esa capacidad de Piccato que con el tiempo advirtieron todos. Carlos Delasoie, el histórico dirigente de La Unión, no dejó pasar la oportunidad de saludar al técnico y recordar viejas épocas: “Haberte visto en China siendo uno de los ayudantes del Oveja Hernández y saliendo subcampeón mundial, me hizo sentir una gran emoción y demostró que no me equivoqué en darte un equipo de TNA cuando tenías 23 años”.

La respuesta no tardó en llegar: “Soy un agradecido, fue el que me dio la primera oportunidad. Encontrarnos en China fue significativo. Ojalá podamos encontrarnos en Tokio el año próximo”, lanzó Piccato a modo de deseo.

Rememorando esos inolvidables años de TNA en Colón, Piccato destacó la frontalidad de Delasoie, quien le dio una chance siendo muy joven y también en su momento lo despidió del cargo: “A Carlos siempre se lo catalogó como una persona muy temperamental y sin filtro, conmigo fue de esa manera. Así como un día me dijo ‘Gurí’ hacete cargo del equipo, en otro momento me manifestó ‘No sé si vos sos el problema, pero hasta acá llegamos’. Mientras fui el técnico siempre mantuvimos buen diálogo y quedamos en que cuando uno no esté conforme con el otro, lo diga y continuábamos por distintos caminos”.

En el cierre la charla ahora se fue para el lado de la Selección Nacional y el recuerdo fresquito del Mundial 2018, en el que la “Albiceleste” fue subcampeón tras realizar una fenomenal campaña y caer en la final ante España. “Si bien los jugadores son los que entran a la cancha y anduvieron muy bien, lo que hicieron ustedes, como cuerpo técnico, fue fabuloso. Uno pensaba que después de la generación dorada iba a costar volver a los primeros planos. Confieso que no había sacado entradas para semifinales y finales”, admitió Delasoie, quien acompañó como hincha a la Selección a todas las competencias internacionales desde comienzos de los ’90.

Y Piccato no ahorró elogios para el combinado nacional: “Noté que los muchachos son muy respetuosos del pasado, mantienen los usos y costumbres de los anteriores planteles. Pero también está la cuota de rebeldía, porque en ningún momento hubo conformismo por haber sido parte de una historia. Sino que sirvió para tener responsabilidad. Les gusta el desafío y se exponen”.
Fuente: Radio 12 - El Entre Ríos

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