El auto perdió el control y dio varios tumbos hasta quedar nuevamente sobre sus dos ruedas, en plena calle, aunque en la dirección contraria por la que se dirigía. Jones sufrió varios golpes y contusiones, aunque permaneció fuera de peligro. Orcellet, que iba de acompañante, se llevó la peor parte y fue trasladado de manera urgente a un centro asistencial de Buenos Aires, donde fue intervenido quirúrgicamente debido al aplastamiento de tres vértebras y la falta de sensibilidad en sus miembros inferiores.
En la actualidad, mientras el Rally Entrerriano aún no tuvo y difícilmente tenga actividad durante 2020 a causa del Coronavirus, Orcellet se recupera en Colón, donde lleva gran parte del proceso de rehabilitación, rodeado de familiares y amigos. Días atrás atendió la requisitoria del programa DEPORTES 12 (lunes a viernes de 20 a 21 por RADIO 12, FM 89.1- www.radiodoce.com).
“Habíamos probado y estábamos volviendo al galpón a guardar el auto. Tocamos un pozo con las ruedas izquierdas, el auto se puso de costado y tumbó. Íbamos sin cinturón, lamentablemente ese fue el error humano y por eso pasó lo que pasó”, recordó Orcellet, que parece haber superado las secuelas emocionales que dejan esta clase de accidentes, al menos así lo exteriorizó: “No soy de mirar para atrás. Obviamente la rehabilitación te lleva a recordar la situación. Lamentablemente las cosas por algo pasan. Y depende cómo uno lo piensa, hasta pudo haber sido peor y no hubiera podido volver a caminar”.
Sobre la etapa post- operaciones, quien con Darío Locher como navegante fue bicampeón de Clase N9 2012-2013 describió: “En junio se cumplieron dos años, y en septiembre van a hacer dos que me instalé a hacer la rehabilitación en Colón”, y agregó desde lo estrictamente físico: “Me encuentro muy contento porque sigo notando avances en el tema muscular. Me estoy largando a caminar sin bastones en tramos cortos. Es un buen signo. Hago tres horas diarias de rehabilitación, es mucho esfuerzo, pero lo importante es el avance. Le estoy poniendo todas las fichas para sacar adelante la situación”.
Sobre el proceso que debe atravesar para volver a la vida cotidiana, el deportista de 43 años indicó: “El neurocirujano me dijo que una vez que empiece a moverme, por tres años tenía que darle firme a la rehabilitación. Todo lo que se refiere a movilidad y volver a caminar que es lo que me va a sacar adelante”. Y se mantuvo muy cauto a la hora de pensar en un regreso a la competencia: “Hoy en día estoy enfocado en la rehabilitación. No me quiero apresurar a hablar del futuro. Cuando llegue a los tres años que me dijo el neurocirujano, haré una evaluación de cómo esta mi cuerpo y decidiré que hago”.
Muchas veces ocurre que cuando un deportista queda marginado de la competencia por estos accidentes, lesiones o enfermedades, suele alejarse de la actividad, dejar de verla o seguirla, porque le genera dolor no poder estar allí. Esto no es el caso del piloto de Colón, que confesó: “Soy apasionado del rally desde chico y después del accidente continué siguiéndolo como siempre. Conozco a todos los pilotos y las categorías. Nunca me desconecté”. Y sobre sus conquistas, señaló: “Uno lo hace con pasión y por eso tiene doble sabor cuando se consiguen logros”.
