El conflicto surge del convenio de trabajo recientemente sellado entre la intendenta Susana Lambert (Juntos por el Cambio) y el histórico secretario general del gremio, Rodolfo Barrios, que generó disconformidad entre algunos agentes municipales.
Así quedó expuesto con la cantidad de afiliados que anoche se hicieron presentes frente a la sede del sindicato en Boulevard Schroeder al 1400, mientras puertas adentro se desarrollaba una reunión que tenía como eje abordar tal descontento.
Una larga negociación que surge de un acuerdo firmado por el exintendente Leandro Arribalzaga, al filo de completar su mandato y que tuvo su paso por el Ministerio de Trabajo, antes de que las partes concluyeran en un arreglo que no dejó a todos satisfechos.
Del convenio heredado a un nuevo acuerdo
Hablar de cifras, porcentajes y convenios salariales motiva dar con el secretario de Gobierno y Hacienda de la Municipalidad de Villa Elisa, Ariel Kreiman, quien repasó los principales puntos del acuerdo que generó una interna dentro del sindicato.“Nosotros veníamos cumpliendo con un convenio anterior, firmado en el mes de diciembre, con una serie de incrementos mensuales de 4 por ciento cada uno, aplicable hasta abril”.
Con la finalización del plazo acordado, “hubo un planteo duro por parte del gremio que, antes de discutir cualquier cosa, quería la actualización de un convenio que quedó pendiente del año 2019, firmado por Arribalzaga, que había terminado en el Ministerio de Trabajo”, recordó el funcionario municipal. “Nosotros les planteamos que no era posible darles ese casi 30 por ciento que pedían del 2019 y, convocados por Trabajo, terminamos acordando y firmando un convenio para evitar conflictos gremiales, en el cual nosotros aceptábamos un 27,57 por ciento, pagaderos en seis cuotas a partir de mayo”, dio a conocer.
Para llegar a ese 27,57 por ciento de incremento, “que se suma al 16 por ciento dado a principio de año, les dijimos que tendríamos que suspender al menos por ahora la aplicación del convenio de la séptima hora de trabajo, tal como quedó plasmado en el último acta que se hizo”, aclaró Kreiman.
La polémica séptima hora
Una metodología de trabajo que data de varios años, implica extender una hora por reloj la jornada laboral dentro de la Municipalidad de Villa Elisa, a las seis horas originales establecidas en el estatuto del empleado municipal.Se trata del denominado “Convenio de séptima hora” o “Recargo de jornada”, que se abona sobre el salario mensual en todos los conceptos: en blanco, con aportes jubilatorios, antigüedad y ART, entre otras cargas. Sin embargo, a la Caja Municipal de Jubilaciones y Pensiones tal recargo llega como “aporte solidario” y no como porcentaje directo del sueldo que percibe cada activo.
Es decir, la jubilación de un municipal se paga en función de las seis horas de trabajo establecidas por estatuto, mientras que esa séptima hora no se contempla. Un tema que venía encendiendo alarmas en el Ejecutivo, dada la delicada situación financiera que atraviesa la Caja y ante posibles reclamos legales que puedan darse a futuro.
La última renovación del “Convenio de séptima hora” se había hecho por el lapso de cuatro meses hasta abril, momento en que dejó de tener vigencia al concluirse en un nuevo acuerdo salarial.
El argumento de la “imposición”
El Entre Ríos también intentó conseguir la palabra del secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Villa Elisa, Rodolfo Barrios, sin éxito hasta el momento.No obstante, trascendió que su postura ante los afiliados que se dieron cita a plantear su descontento en la sede gremial, se mantuvo en que la quita de la séptima hora partió de una “imposición del Ejecutivo” y que no fue parte de la negociación paritaria.
A lo que empleados municipales respondieron que, conocido de antemano tal condicionamiento, su delegado no debería haber avanzado en la firma de ningún acuerdo con el Ejecutivo.
