Este lunes la familia Timón, fundadora de la empresa, dejó trascender lo que -dicen sus integrantes- habría sido el hecho que trajo como consecuencia la paralización de la firma.
Según denunciaron los Timón, un socio de apellido Romero, después de quedarse con la mayoría accionaria de la Sociedad Anónima Simplificada (SAS) que tomó a su cargo la operación, habría fraguado, junto a un estudio contable, un juicio laboral que derivó en el embargo de la cuenta donde se depositaban las remesas de subsidios que la empresa recibía para el pago del gasoil.
Los trabajadores consiguieron ayer ser recibidos por autoridades municipales. “Pensamos que sería algo positivo para nosotros, pero resulta que nada que ver”, dijo Julián a cronistas de El Sol, tras salir del encuentro.
“Nuestra situación es desesperante -agregó- porque no sabemos qué va a pasar con nosotros. Cuando nos reunimos en la municipalidad con el intendente Francolini, nos dijo que hay que esperar porque ellos no nos pueden dar una mano, porque se tienen que regir por los papeles que presentó la línea”.
