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Martín Amiano y Lucía Leguizamón
Martín Amiano y Lucía Leguizamón
Martín Amiano y Lucía Leguizamón
Hasta la mañana de ayer viernes todo hacía pensar que el “incidente” en el boliche Costa Chaval, el malestar de una funcionaria y los posteriores cambios introducidos en la orgánica municipal -a la que se le agregó una nueva Coordinación-, eran ya asunto concluido. Y lo pasado, pisado.

Pero, a la luz de los últimos datos a los que tuvo acceso El Entre Ríos, podría pensarse que el asunto recién comienza.

Repasemos. Lo ya sabido es que en su noche inaugural el boliche concordiense fue escenario de lo que fue presentado como un accidente menor. La empresa minimizó el imprevisto mediante un comunicado en el que resaltó que cuenta con la debida habilitación municipal y el correspondiente seguro, y que se había ocupado de atender a personas con heridas leves por la rotura de un “acrílico”. Tanto es así que las víctimas terminaron valorando públicamente la respuesta de la empresa. Hasta allí, todo “amor y paz”. Por cuerda paralela ocurrió el llamativo terremoto que tan -en apariencias- insignificante episodio generó en la municipalidad. Vale recordar que una funcionaria, Lucía Leguizamón, usó las redes para ventilar su enojo porque el expediente de habilitación de la discoteca nunca pasó por su área. ¿Cómo se resolvió el entredicho? Anunciando un decreto de creación de un área nueva, la Coordinación de Fiscalización y Control de Inspecciones Municipales, al frente de la cual fue designado el abogado Martín Amiano. Así las cosas, podría suponerse que el “sainete” había concluido y Costa Chaval viviría este fin de semana su segunda noche. Pero, para sorpresa de muchos, NO será así. El boliche no podrá abrir sus puertas.

¿Qué ocurrió? ¿Por qué no podrá trabajar este fin de semana si -según se dijo- está habilitado? “Costa Chaval Club cuenta con la habilitación, seguro correspondiente y ambulancia en el lugar”, rezaba el comunicado de sus propietarios, que la municipalidad nunca refutó. ¿Por qué impedirle abrir? ¿Qué pasó?

El Entre Ríos trasladó esta pregunta a los funcionarios municipales. El primero en ser consultado fue el flamante Coordinador de Fiscalización y Control de Inspecciones, Martín Amiano. Este fue el diálogo con el funcionario:

- Quisiera confirmar con Usted si Costa Chaval cuenta con habilitación para abrir este fin de semana. O sea, si ya cuenta con habilitación definitiva.

- Esa información puede recabarla del Director de Inspección General, que es quien podrá brindarle mayores detalles sobre el particular. Cualquier otra información a su disposición.

- Pero usted es coordinador y de usted depende inspección municipal…

- Así es.

- Entonces, usted dispone de esa información…

- El área que debe darle ese tipo de información es la Dirección de Inspección General a cargo de Marcelo Tessani, que es quien eventualmente puede tener el expediente respectivo en su poder. Por cualquier otra inquietud a vuestra disposición. Saludos.

Tras estas respuestas de Amiano, El Entre Ríos recurrió a la Dirección de Inspección General con la misma pregunta: ¿Está habilitado Costa Chaval? Y si lo está, ¿por qué no abrirá?

Esta fue la respuesta de Marcelo Tessani: “No. No está habilitado. Está cumplimentando todo lo que le pedimos. Eso fue por ese día nomás (la noche inaugural), porque había que hacer un estudio acústico para ver si daban los decibeles. Ahora hay que hacer todas las inspecciones para dar el ‘uso’ a la actividad, porque no es lo mismo por un día que por un año o dos que se le puede dar, y después viene la habilitación”.

El Entre Ríos creyó necesario repreguntar: ¿Quiere decir que sólo se lo autorizó por un día? La respuesta fueron dos pulgares hacia arriba.

El diálogo con el responsable de la inspección municipal transparentó un dato que llamativamente se omitió dar a conocer ni bien se supo del accidente y la consiguiente polémica en las redes y los cambios en la orgánica municipal. Y no es un dato cualquiera: Costa Chaval no tiene habilitación definitiva.

Se trata de una pieza clave que faltaba al rompecabezas. No fue sólo que el expediente para habilitar a Costa Chaval nunca pasó por el área de Lucía Leguizamón. Es que en verdad no hubo habilitación definitiva e incluso hay inspecciones pendientes. Quizá la funcionaria reaccionó, y con razón, porque era consciente de este dato que recién ahora emerge a conocimiento público.

Cuando los propietarios se jactaron de contar con la habilitación, obviaron aclarar que se trató de un permiso por un único día. ¿Qué habría pasado si el accidente hubiese sido más grave, similar, por ejemplo, al de Costa Cruz, donde Bruno Escobar cayó y quedó con secuelas en su movilidad para toda la vida? ¿Habría servido como justificación formal esa “habilitación por un día”? ¿Qué responsabilidades habrían recaído sobre la Municipalidad en tal caso?

Por último, ¿hay normativa que justifique eso de “habilitar por un día”, que viene a ser como una habilitación a medias? ¿Garantiza la seguridad de los usuarios-consumidores esa “medio habilitación”?

A simple vista, podría suponerse que un lugar está habilitado o no lo está, o, a lo sumo, que cuente con una habilitación circunscripta a un determinado período, por ejemplo, dos años. Pero lo ocurrido en Costa Chaval pone sobre la mesa que en Concordia hay otra opción: habilitado por un día. Algo así como el colmo de la provisoriedad.

La Ordenanza 33695 de Espectáculos Públicos, en su artículo quinto, expresa: “Cumplimentados los requisitos enunciados precedentemente, deberán girarse las actuaciones a los distintos estamentos municipales que deben intervenir, para finalmente elevar al Departamento Ejecutivo, informando si procede o no a la habilitación del local o negocio solicitado a los efectos de la autorización definitiva. Serán nulas las habilitaciones provisorias, no pudiendo otorgarse bajo ningún concepto las mismas”.

Dicha ordenanza invita a suponer que en la “habilitación por un día” a Costa Chaval hubo quizá incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Si, como dice el artículo citado, son nulas las habilitaciones “provisorias”, ¿debería Inspección Municipal haber clausurado Costa Chaval en la misma noche de su inauguración? Muy por el contrario, empleados del área estuvieron en la entrada controlando la taquilla.
Fuente: El Entre Ríos

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