Según el juez Federal, se secuestraron aproximadamente 430 bultos grandes de ropa. La intervención se encuadró en la ley 22.362 que protege la propiedad intelectual y que el que compra la marca.
Sin embargo, según Viri expresó que “no solamente fueron relevados la infracción marcaria, sino también algunas infracciones en torno a la inmigración y fraude tributario”. También se secuestraron celulares, CPUs, cámaras, documentación, pendrives, tarjetas de memoria.
Desde el punto de vista penal no dispuso la clausura de ningún local. “No se clausuró ningún local, todo lo que está en regla sigue funcionando”.
Por lo que se pudo saber, los comercios de nacionalidad extranjera no pertenecerían a una sola persona.
“Donde hubo irregularidades migratorias fueron en dos comercios. Y con una mujer boliviana estuvimos trabajando hasta la madrugada.En todos los comercios se secuestró ropa por fraude marcario”.
El delito marcario tiene de 2 meses a 3 años de prisión y multas de importante valor a quienes se los condene. En cuanto al destino de tanta cantidad de ropa, Viri dice que todavía no lo tiene pensado pero aventura “tanto en esta causa como en otras, después de que el estado procesal lo permita, evaluaré de destinarlo a diferentes lugares donde sean necesarios. Pero fundamentalmente no a un solo lugar por la cantidad de volumen”.