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Duró varias horas la audiencia del viernes último que dio continuidad al debate oral y público por presunto peculado en obras públicas de Los Charrúas.

En la causa están imputados el abogado Julio César Larrocca, el empresario Ramón José Segovia y el empleado municipal Alexandre Doubña, mientras que Rubén Chaparro, el exintendente de la localidad, no participa del juicio, tras firmar un abreviado en el que reconoció su culpabilidad.

Según lo investigado por el Ministerio Público Fiscal, los imputados tendrían diferentes grados de participación y responsabilidad en una maniobra ejecutada en los años 2014 y 2015, que habría consistido en la confección de certificaciones de obra mentirosas, acreditando avances inexistentes, documentación que habilitó a que Nación transfiriera importantes sumas de dinero del Programa “Más cerca, más municipio, mejor país, más patria”. En el caso puntual de Larrocca, se desempeñaba como asesor letrado y, según la valoración de pruebas hecha por Fiscalía, habría actuado en "calidad de instigador del delito de falsedad ideológica de instrumento público, en concurso ideal con peculado, en calidad de partícipe necesario".

En las primeras audiencias del juicio han declarado testigos propuestos por la acusación. El primero en hacerlo el viernes último fue el Ingeniero Civil Ignacio Bellino, designado como perito oficial para constatar si las obras de cloacas y cordón cuneta fueron correcta y totalmente construidas.

El profesional explicó en qué consistió la pericia que realizó, exhibió filmaciones y fotografías que muestran cómo la llevó a cabo, con la asistencia de máquinas retroexcavadoras de la Municipalidad de Los Charrúas.

En efecto, la verificación requirió excavaciones para constatar la existencia de caños de cloacas en cada uno de los lugares, lo mismo que para medir la cantidad de hormigón en los cordones cuneta. La tarea derivó en un informe donde Bellino concluyó que la obra de cloacas sólo había alcanzado el 52% del total. Es decir, faltaba casi la mitad. Bellino identificó en los planes los sectores donde faltaban las cloacas.

En cuanto al cordón cuneta, determinó que apenas se llegó a concretar el 44% del total de la obra. Además, remarcó lo que a su entender serían graves deficiencias en la construcción. En especial, la falta de una adecuada preparación del suelo. También detectó que en algunos sectores faltaban los pasantes de hierro que unen los tramos, cruciales para aportar fortaleza a la estructura. Otra deficiencia que dijo haber notado es que no se utilizó líquido asfáltico en las juntas que separan los bloques de hormigón.

En el segundo turno, el tribunal escuchó al testigo Ricardo Sersewitz. ¿Por qué fue citado?

En el trámite municipal para la concreción de las obras bajo investigación, este ingeniero, dedicado a la construcción, aparece en los papeles como uno de los que habría sido invitado a participar del concurso de precios previo a la adjudicación. Es más, en el expediente hay una nota con sello y firma presuntamente de este profesional.

Pero Sersewitz fue categórico. Aclaró que nunca fue invitado a participar del concurso, explicó que la firma en esa hoja no era suya y, como si fuera poco, también resaltó que el sello es falso, al extremo que su apellido aparece mal escrito.

El último testigo del viernes fue un arquitecto empleado de la Municipalidad de Los Charrúas. Recordó que cuando recién se había contratado a Segovia para las obras, la empresa compró caños que fueron apilados entre sí y fue notorio que comenzaron a doblarse y deformarse.

El profesional interpretó que tal fenómeno obedecía a que los caños adquiridos tenían un espesor menor que el exigido por los pliegos. Advirtió a las autoridades municipales de entonces por la anomalía. Intentaron convencerlo de que estaba todo bien, que los caños eran “ecológicos”. Él se plantó exigiendo que fueran caños fabricados según las normas IRAM. En ese contexto, el Ejecutivo Municipal lo terminó separando de la fiscalización de la obra, con la excusa de que un empleado municipal no podía ser al mismo tiempo quien controle. Pero, a renglón seguido, lo reemplazaron con Alexandre Doubña, que también era empleado del municipio.

El debate oral y público de la Causa Los Charrúas continuará el próximo miércoles 3 de Agosto. Un día antes, el martes 2, el presidente de la Liga Concordiense de Fútbol, Julio Larrocca, deberá asistir a otra audiencia convocada por la sala Concordia de la Cámara de Casación, en la que tramita la apelación a la condena en primera instancia que pesa en su contra desde 2018, por la estafa perpetrada con terrenos en Puerto Yeruá.

En aquel año, el Tribunal conformado por los doctores Ivés Bastián, Carolina López Bernis y Silvina Gallo lo condenó por unanimidad a 5 años de prisión, inhabilitación perpetua para ejercer cargos en la función pública y 5 años de suspensión de la matrícula. Pero la apelación interpuesta por la defensa de Larrocca dejó en suspenso la condena.

Más de cuatro años después, Casación revisará lo actuado por el tribunal de primera instancia y resolverá si ratifica o no la condena.
Fuente: El Entre Ríos

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