Por Roque Guillermo Benedetto
Contador Público, Abogado y Escribano
La recaudación que se achica frente a la inflación
En agosto de 2025, la Municipalidad recaudó por Tasa Comercial un 22,87 % más que en el mismo mes de 2024. Sin embargo, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC marcó una inflación interanual del 33,6 %.Menos altas de comercios: agosto, el peor mes de la gestión
La contracción también se ve en el movimiento de nuevas habilitaciones. Entre enero y agosto de 2025 se registraron 1.325 altas de comercios, frente a 1.422 en el mismo período de 2024. La caída es del 6,8 %.El dato más preocupante es que agosto fue el peor mes de toda la gestión de Azcué: apenas 119 altas, contra 159 en agosto de 2024. Julio ya había mostrado una baja pronunciada: 144 frente a 203 el año pasado.
La tendencia es clara: con menos ventas y costos cada vez más altos, la rentabilidad de los negocios se desploma y cada vez menos vecinos proyectan abrir un nuevo local.
El consumo interno en retroceso
El contexto nacional profundiza la crisis local, pues en agosto, las ventas minoristas pyme descendieron 2,2 % respecto de julio y 2,6 % en la comparación interanual, encadenando cinco meses consecutivos de caída.En Concordia, esa retracción se refleja en la vida diaria: una familia que antes podía pagar la luz, comprar alimentos y reservar algo para ropa o un almuerzo de fin de semana, hoy destina casi todo su ingreso a tarifas y comida básica.
El problema se profundiza porque el desempleo sigue creciendo y los salarios aumentan por debajo de la inflación,
Como señala Giuliano da Empoli en Los ingeniero del caos, “no son los números los que definen la política, sino cómo esos números se sienten en la vida cotidiana de la gente” y en Concordia, ese sentimiento es de ajuste permanente.
Concordia atrapada en un círculo de crisis
Menos consumo significa menos ventas, más desempleo, menos comercios y menos recaudación: una espiral que achica la ciudad y limita la capacidad del municipio para sostener obras y servicios esenciales.Este círculo no es un fenómeno natural ni inevitable: es la consecuencia de una política macroeconómica que prioriza el ajuste por encima del trabajo y la producción, y que en Entre Ríos y en Concordia cuenta con el respaldo explícito de Frigerio y Azcué.
Es la economía, estúpido
Los números no mienten. Concordia está viviendo un proceso de contracción económica que combina lo local y lo nacional: menos recaudación real, menos comercios y menos consumo.El problema no es solo económico, sino también político, porque el rumbo que impulsa Milei, con el aval de Frigerio y Azcué, no fortalece la producción ni el empleo: los debilita al sostener un modelo financiero.
La experiencia demuestra que no es la economía la que dicta la política, sino la política la que define el rumbo económico. Cuando se entrega al ajuste, genera recesión, desempleo y pobreza; cuando asume su rol de orientar el desarrollo, convierte a la economía en una herramienta de crecimiento e inclusión.
En las elecciones realizadas en la Provincia de Buenos Aires, la sociedad utilizó el voto como un grito de “Basta” al ajuste. Lo que se agotó para Milei no fue solo la paciencia social, sino el crédito político indispensable para sostener su programa, y sin ese respaldo, su modelo queda cada vez más debilitado.
James Carville, estratega de Bill Clinton en 1992, acuñó la célebre frase: “Es la economía, estúpido”. Más de treinta años después, esa consigna sigue vigente y refleja con crudeza lo que atraviesa Concordia: detrás de cada número hay una decisión política, y esas decisiones no solo empobrecen a la ciudad, sino que deterioran la calidad de vida de su gente: menos trabajo, menos oportunidades y un futuro más incierto.