De igual manera, remarcó que “los peces muerden a los bañistas, chicos y adultos. Por día tenemos, al menos, tres personas en enfermería por mordeduras. Por esto es muy importante que no los alimenten ni los atraigan a las orillas”. Además de despertar la curiosidad de los bañistas, esta situación motivó a los responsables de las playas a adoptar algunas medidas, pidiendo a sus usuarios que se alejen de esos lugares y no alimenten a los dorados, debido a los problemas que esto podría generar.
“Hay que tener en cuenta que no es una especie herbívora: su dieta no se basa en harinas y les hace mal, incluso en muchos casos los mata”, alertó el responsable de los 22 guardavidas que trabajan en la Isla del Puerto y en el Balneario Banco Pelay.