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Grupo de familias concordienses y salteñas reclaman permiso especial para poder cruzar la frontera ubicada sobre el puente internacional de Salto Grande. Son personas que están atravesando situaciones complicadas con motivo del cierre decretado por la emergencia ante la pandemia del COVID-19.
En Salto pero con necesidad de volver a Concordia
“Los dos primeros meses a partir de que se declaró la pandemia estuve en Concordia y luego por motivos personales, por consultas médicas pendientes y la necesidad de adquirir los remedios que tomo habitualmente, conseguí un permiso del Cónsul para poder cruzar la frontera. En estos momentos estoy en Salto pero no puedo volver a Argentina”, relató Doris Correa.

Situaciones como la de Doris hay muchas a tal punto que se formó un grupo que se está movilizando a fin de conseguir que habiliten un permiso especial a las personas que tengan lazos laborales o familiares y se vean perjudicados por la actual medida. “Pedimos que se flexibilice con razones fundadas” – enfatizó Correa.

Muchas familias han quedado separadas y otras personas que viven en una margen y trabajan en la otra han quedado paralizadas por la situación.

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La frontera está cerrada al tránsito vecinal desde mediados de marzo último. Agrandar imagen
La frontera está cerrada al tránsito vecinal desde mediados de marzo último.
Desde hace tres meses se han visto imposibilitados de cumplir con sus trabajos y los núcleos familiares han quedado divididos. El grupo ya ha presentado notas y reclamos y desea que el proceso pueda avanzar rápidamente a fin de tener una resolución favorable.

“Cuando surgieron los primeros casos en Uruguay yo estaba en Concordia, fue el 13 de marzo y quedé allí”, relató y agregó: “los primeros días de mayo decido venirme porque tengo mi casa aquí y tenía otros compromisos”.
La quimera de querer volver
Contó que se comunicó “con el Consulado uruguayo en Concordia para tramitar el permiso y, al regresar a Salto, debí cumplir con los quince días de aislamiento antes de poder moverme con normalidad. Desde el 10 de mayo estoy aquí y no puedo retornar a Concordia; me lo advirtieron cuando crucé”, lamentó.

El único camino posible sería cruzar por Gualeguaychú, pero allí debería cumplir con quince días de aislamiento antes de seguir viaje hasta Concordia. Es el único paso que Argentina tiene abierto para repatriar residentes o extranjeros con residencia en Argentina como es el caso de Doris Correa.
Reclamo de al menos 60 personas
El grupo que reclama un protocolo específico está conformado por alrededor de sesenta personas y hay otras situaciones parecidas. Con el propósito de afinar criterios recientemente se hizo una videoconferencia y cada una de compartió sus realidades.

“Hay una familia cuyos hijos nacieron en esos días aquí y como no tienen documentación argentina no pueden ingresar por el momento a aquel país”, relató la mujer y dijo: “Debieron alquilarse una casa en Salto, comprarse ropa de abrigo para instalarse provisoriamente. Se da el caso también de una señora que vive en Salto pero cobra su jubilación en Concordia y hace tres meses que no puede ir a cobrar”.

Mencionó, además, el caso de “una persona uruguaya reside en Federación pero cobra su pasividad en Salto y tampoco puede ingresar al Departamento”.

Cerró, diciendo a modo de síntesis, que “se está solicitando que mediante protocolos de sanidad dejen transitar fluidamente a las personas que están en situaciones especiales, que tienen las familias y trabajos. Ante la ausencia de casos de COVID-19 en ambas márgenes el grupo pide que se revea la situación y que se encontrara una solución para las familias”.
Fuente: Diario El Pueblo.

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