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No fue en abril. Ni en junio. Tampoco en agosto. La tercera audiencia indagatoria a Leonor María Magdalena Barbero Marcial será en septiembre y en octubre. Es en el marco de la causa por estafa que inició en 2013 su hija, Dolores Etchevehere, en la que están imputados también sus otros tres hijos, Luis Miguel -exministro de Agroindustria de Mauricio Macri-, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere. Rota la paz familiar y expuesta la interna familiar, Dolores Etchevehere ha calificado a su madre y sus hermanos como los “Etchevehere corruptos”.

La mater familias declarará ante el nuevo juez de la causa, Juan Hipólito Carlín -que subroga al fallecido Carlos Ríos- los días 20 de septiembre y 13 de octubre próximos. Esa indagatoria había sido programada para los días 5 y 9 de agosto, pero el abogado de la familia Etchevehere, Rubén Pagliotto, justificó el pedido de aplazamiento en dos motivos: sus propios problemas de salud, y los de Barbero Marcial, de 84 años, a quien su cardiólogo recomendó 10 días de reposo.

El 1° de julio, Carlín había fijado la audiencia para la tercera indagatoria de Barbero Marcial para esta semana y la próxima. La disposición del magistrado fue a los fines de “dar continuidad a la declaración indagatoria” de Barbero Marcial. La mujer ya había declarado en dos oportunidades: el 12 de marzo y el 20 de abril. Se esperaba una tercera para el 30 de abril. Pero en medio ocurrió que el juez de la causa, Carlos Hugo Ríos, contrajo Covid-19, y no pudo recuperarse: falleció a principios de junio último. Barbero Marcial declaró el 12 de marzo último, y entonces ciñó su relato a la compleja relación con su hija denunciante. Luego, en la indagatoria del 20 de abril ocupó su tiempo en contar su versión de los hechos en el marco de la denuncia por estafa, y la utilización de un crédito con fines productivos al Banco Itaú que al final se utilizó en provecho propio, y que se repartieron ella y sus tres hijos varones. Para la tercera indagatoria, proyecta abordar la cuestión del vaciamiento de SAER, la firma editora de El Diario, y responder las preguntas del fiscal Álvaro Piérola, y de los querellantes que representan a su hija Dolores, Lisandro Mobilia y Patricio Cozzi.

En 2013, Dolores Etchevehere presentó una denuncia penal por estafa contra su madre, Leonor Barbero Marcial, y sus tres hermanos, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere, que después amplió en el fuero civil por el proceso de sucesión a la muerte de su padre, Luis Félix Etchevehere, ocurrida en 2009, pero que sumó también un pedido de investigación por el supuesto vaciamiento de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la firma editora de El Diario. Pero la Justicia -cuatro distintos jueces tuvo la causa- nunca llamó a indagatoria a la familia Etchevehere. Ello recién ocurrió el 30 de octubre de 2020, cuando el juez Ríos firmó el pedido de indagatoria. Fue un día después de que otra jueza, María Carolina Castagno, dispusiera el desalojo de Dolores y el MTE de Grabois del campo Nuestra Casa, en El Quebracho. En la primera denuncia, la mujer habló de la “toma fraudulenta de un crédito del Banco Itaú por la suma de $1.066.000 equivalentes a u$s 250.000 al cambio de entonces (año 2011, aproximadamente $4,24242 por dólar) cuyo importe fue retirado por los denunciados según así surge de los estados contables correspondientes al ejercicio cerrado al 31 de diciembre de aquel año”. Los denunciados son sus tres hermanos y su madre.

Después, abundó en las cifras y detalló que el fraude bancario fue mayor a los u$s 250.000. Hubo otros dos montos de u$s 360.000 y u$s50.000 que los denunciados tomaron de préstamos bancarios. Por eso, en 2014 Dolores Etchevehere pidió el allanamiento de la sede de la sociedad Las Margaritas SA, en Urquiza 1123, tercer piso, el mismo edificio donde funcionó la Redacción de El Diario, con el propósito de secuestrar los libros contables “y toda otra documentación que tenga que ver con el hecho que se denuncia”. También pidió allanamientos a las sedes de SAER, en la misma dirección, Urquiza 1123, tercer piso, dirección que corresponde a otra firma, Construcciones del Paraná, cuyo allanamiento también solicitó.

Los préstamos, después se supo, fueron pedidos por los Etchevehere a los bancos Itaú y Nación, a tasa subsidiada, en teoría para fines productivos.

Con su denuncia, Dolores Etchevehere procuraba establecer “la ruta del dinero” y la “posible utilización de los fondos (o parte de ellos) de los préstamos tomados por Las Margaritas SA en la transferencia de los inmuebles” propiedad de SAER.
Fuente: Entre Ríos Ahora

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