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Hasta ayer estaba este cartel en recepción.
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Hay atraso en el pago de los sueldos a los 25 empleados que, actualmente, tiene el Instituto de Pediatría de Concordia, entidad específica para pediatría y obstetricia que es única en sus características en toda la región.

“A nosotros se nos produjo un déficit en el pago de los sueldos del mes de mayo y del mes de junio y, por supuesto, a través de esto viene lo del aguinaldo”, respondió son rodeos el médico pediatra Carlos Alfredo Arizabalo, director del “Pediatría” que es tal como se lo conoce en Concordia.

El atraso lo sabe cualquier niño, y los adultos que lo acompañan, que ingresa al sanatorio ubicado en calle Urquiza 323. Es que varios carteles pegados allí anuncian que algo no está bien. Todo lo contrario: “el Instituto de Pediatría nos adeuda parte del salario de mayo, todo junio y el medio aguinaldo”, dice el mensaje firmado por el personal de ese centro médico.
Mayo fue pagado y junio se pagaría antes de fin de mes
“Gracias a Dios, ayer (viernes 12 de julio) ya teníamos programado e incluso el compromiso de las obras sociales, de que nos hagan pago y hemos saldado el pago del mes de mayo y hemos empezado a pagar parte del mes de junio”, destacó Arizabalo en diálogo con la emisora de El Entre Ríos en Concordia.

Añadió que los haberes de junio se completarán “con los pagos que estamos pendientes de recibir en el curso de este mes así que creemos, con toda claridad, de que podemos llegar a completarlo este mismo mes”, anticipó y mencionó que aparte de eso, “consensuado con el personal, tenemos recursos programados para agosto y entonces vamos a estar en condiciones de pagar el aguinaldo”.

“Esas son las proyecciones que tenemos nosotros. Hay que hacer una ingeniería de las cosas. Uno como médico no está preparado para manejar esto, ni los economistas lo arreglan a esto, lo vamos a arreglar nosotros”, reflexionó luego al ser entrevistado por “Club de Amigos” (sábados de 10 a 12 por www.oidmortalesradio.comar).

El experimentado profesional de la salud, que preside además la Cámara Sanatorial de Concordia, destacó que en el Instituto de Pediatría “nuestro personal que es excelente y con tradición de años de formación pediátrica y una sensibilidad que es de excelencia y tenemos que reconocerla. En ese sentido, no podemos dejar de decir que la queja que se llevó a cabo está plenamente justificada. No puede ser que el personal trabaje en las condiciones que está trabajando y no poder cobrar los sueldos en tiempo y forma”, remarcó.

“Son gente que no tienen ni para el ómnibus ni para esto, ni para lo otro, ni la luz. Estamos, es decir, con un personal que le produce llanto los diálogos que se dan en estas condiciones. Somos uno más en los eslabones de la temática de la pobreza y los requerimientos de este país”, lamentó pero transmitió optimismo: “creemos que los vamos a superar porque creo que no siempre vamos a andar mal”.

“Lo que sí convoco, a todos, a que se le dé bola a la salud. No se puede seguir así. Es decir, con un hospital abarrotado de requerimientos y con la planta de los sanatorios en la cuerda floja y que comprometan el futuro de su existencia”, exigió.
Multicausal
Arizabalo aclaró que lo que está pasando en el Instituto de Pediatría es producto “de la situación crítica que vive el sector de la salud privada, no sólo en Concordia sino en toda la provincia”. ¿Y por qué? “Las condiciones financieras de los sanatorios están afectadas por lo peor que le puede pasar: los efectos de la inflación”.

“El avasallamiento que produce la inflación, en los insumos que es nuestro principal requerimiento para poder funcionar en Terapia Intensiva o cirugía que son prestaciones muy caras y de profundo uso de insumos de alto costo, es inevitable y genera un situación caótica”, amplió luego.

Pero a la inflación hay que sumarle un segundo factor, que según el médico tiene fecha de origen: 28 de febrero de 2019. “Fuimos afectados por los efectos de un conflicto judicial que, llamativamente y paradójicamente, corresponde a la Obra social del personal de Sanidad de Paraná que nos demandó judicialmente el pago de una situación que vienen de años atrás. Lo hizo a través de un dictamen del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay que nos manoteó, por decirlo de alguna forma, la plata que era para pagar los sueldos”.

En tercer lugar, puso de manifiesto otro inconveniente que se añade al de la crítica situación financiera. “los bajos aranceles de las obras sociales. Si no tenemos una regularidad en el valor apropiado de los aranceles, y en el tiempo de pago, estamos en estas condiciones y se nos complica toda la situación”, lamentó y apuntó a los desembolsos que hace la principal obra social de Entre Ríos, es decir IOSPER “que es tan grande que posee unos 375 mil afiliados en la provincia, de los cuales unos 35 mil son de Concordia. Y constituye entre el 60 y el 70% de las internaciones de los sanatorios .El ajuste en sus aranceles hay que trabajar para que no se haga porque incide directamente en las posibilidades de responder financieramente”, reclamó.
“El fantasma del cierre”
Desde su experiencia, Arizabalo padre (dos de sus hijos también son médicos pediatras) reconoció que en contextos como el actual “siempre está el fantasma del cierre. Esta situación, la política nuestra como médicos pediatras del Instituto de Pediatría es sostenerlo pese a todo y sostener las fuentes de trabajo. Eso lo hemos pactado y analizado con el personal, aún en el riesgo que tenemos”.

“Vamos a defender que esto se soluciona en los menores tiempos posibles. Es decir, tenemos que dejarnos de joder y darle bola a la salud de este país. No puede ser que sigamos en estas condiciones”, pidió.
“No hay médicos pediatras”
En los últimos fines de semana, especialmente, en Concordia son repetidos los comentarios que indican que no había pediatra de guardia en el Instituto. Arizabalo admite el problema: “tenemos un problema de tener mano de obra para la guardia pediátrica. Pediatría se basa, fundamentalmente, en la acción de la guardia que es el principal punto de acción de todas las prestaciones pediátricas. No hay médicos”, se sinceró.

“No hay médicos pediatras que estén en condiciones de llevar a cabo la responsabilidad. Hay una carencia. Esta es una situación que está trastornando todo el funcionamiento. Es una situación difícil de resolver”, reconoció y dijo que, mientras tanto, “el hospital está abarrotado y no quiero pensar lo que va a pasar acá en los próximos días cuando se nos venga encima los efectos del invierno”.

-¿Por qué hay dificultades para conseguir médicos o por qué no hay?
-No hay médicos porque, en este momento, no hay oferta de trabajo. Las residencias pediátricas no aportan médicos porque ya están abarrotadas de obligaciones que son consumidas por el trabajo hospitalario. En otras provincias también tuvieron que recurrir a la convocatoria de médicos de todo el país y ofrecen trabajos de guardia. Son contratados y ahí pagan aranceles que les conviene al médico y nos quita a nosotros posibilidades.
Otra característica es que la Pediatría está llevada a cabo por mucha gente del sexo femenino y están en condiciones de responder a la maternidad y también nos quitan posibilidad de trabajo. No tenemos médicos para responder a todas las demandas. Uno ofrece por todos lados trabajo, a través de la Asociación Médica, de los diarios, a través de las entidades médicas y ni uno responde para trabajar.
Fuente: El Entre Ríos - Oíd Mortales Radio.

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