“Durante la campaña, y con razón, fue tratado como un candidato outsider. Venía de desempeñarse como fiscal en Concordia hasta que, un año antes de alzarse en la intendencia finalizó la subrogancia en los tribunales de esa ciudad. Se trata de Francisco Azcué, un ex fiscal de 38 años que se enroló en la línea interna del radicalismo que conduce Martín Lousteau y hoy conduce el Foro de Intendentes de Juntos por Entre Ríos”, describió Federico Malvasio al presentar la entrevista que, a continuación, se reproduce:
- ¿Cómo estás viendo la política en general? ¿Crees en esta idea de que se está en el medio de la tormenta, pero lo que viene es bueno, como sostiene buena parte de Juntos por el Cambio?
-Estamos en un camino que va a levantar. Con nuestro gobernador coincidimos con los objetivos del gobierno nacional. Quién no va a estar de acuerdo con llegar al déficit cero, por ejemplo. Quién no va a estar de acuerdo con gastar menos de lo que se recauda; que tenemos que lograr procesos de desregulación en procesos productivos; que hay que dejar de emitir. Creemos que en la búsqueda de esos objetivos a esta velocidad se toman medidas que impactan y generan problemas en nuestra población. Sobre todo en las más vulnerables. Los intendentes estamos acá, en el territorio, para colaborar mientras todo este proceso de ordenamiento se da. Soy muy optimista con lo que viene. Incluso porque se están acomodando algunas variables más rápido de lo que pensaba.
- ¿Cuáles?
- En riesgo país, el dólar, la brecha. Advierto que las tensiones que se auguraban en lo social se pudieron manejar. Hay angustia en la gente, y nos preocupa, pero el diagnóstico es positivo.
- Hubo una convocatoria del Presidente para discutir un pacto que, en buena parte y por lo genérico, es difícil estar en desacuerdo. Pero a ese pacto-según el jefe de Estado- se llega a través de la ley ómnibus. ¿Ese paquete normativo debe reverse o así que lo presentó el Gobierno se debería acompañar?
- Hay que darle al gobierno nacional las herramientas que necesita para cumplir con los objetivos. Con la ley ómnibus coincidimos, sacando algunos matices. De todos modos, lo que afectó el tratamiento fue la forma en que el Presidente nos trató. No admitimos los agravios. Estamos para discutir, dialogar, construir consensos.
- El Gobernador ha monopolizado la política, a juzgar por lo que se ve en la prensa. ¿Cómo es la gestión y cuál es el lugar que ocupa el radicalismo en ese esquema de gobierno?
- Tenemos un claro liderazgo que es el de Rogelio Frigerio. En mi caso decidí saltar a la política por el liderazgo de Rogelio. No importa de qué partido es. Lo que necesitábamos es un liderazgo, y lo tenemos. En cuanto al radicalismo advierto que hemos mejorado mucho. Hemos crecido en intendencias, gobernaciones, en las legislaturas. Hoy tenemos un desarrollo territorial muy importante en Entre Ríos, pero el liderazgo es de Frigerio.
- ¿Por qué le ha costado todos estos años al radicalismo encontrar un liderazgo en el plano nacional y provincial?
- Lo que pasa, me parece, es que no se puede fabricar un líder o un candidato competitivo. Son procesos largos o, bien, cada tanto aparece una figura, pero no ha sido lo que sucedió en el radicalismo. Este es un partido de más de 100 años. No es lo mismo tener historia que no tenerla. De todos modos, lo interesante, y esto traté de llevarlo adelante, es gobernar en coalición sin distinciones. Mirá, acá en la Municipalidad de Concordia te vas a encontrar con funcionarios que son peronistas. Y bueno, si cada uno de ellos es lo mejor en lo que estaban haciendo por qué lo voy a cambiar. Por ejemplo, el secretario de Seguridad (Claudio Purgat) era director en la gestión anterior. No solo lo dejé, sino que lo ascendí. Trabajé con él cuando fui fiscal. Para mí es un honor que forme parte de la gestión.
- Hace un rato hablábamos de los modos o formas en que se maneja Milei, pero da la sensación que tiene una clara animosidad mayor con el radicalismo. ¿Lo ves así, como lo expresó el diputado Fabián Rogel?
- Cuando habla mal del radicalismo no me veo aludido. Creo que se refiere a un sector del radicalismo, como así también a un sector del PRO. Fijate que Petri es funcionario.
- El PRO no es tu partido, pero forma parte de la coalición que integrás. Está en un proceso de renovación de autoridades, pero en el fondo se está definiendo una unificación con la Libertad Avanza o una ratificación de un cogobierno. ¿Qué opinión tenés sobre esta idea y una alianza del PRO con la Libertad Avanza? ¿Cuál sería el lugar del radicalismo?
- Dentro del PRO y la UCR hay posiciones liberales republicana y otra más socialdemócrata. Creo que esta caracterización trasciende a los partidos. Es un proceso que hay que aceptarlo. No me preocupa. Hoy la política se agrupa más en estas concepciones más que en las pertenencias partidarias.
- ¿En cuáles de estos dos grandes grupos te ubicás o te sentís más cómodo?
- Con los liberales republicanos.
- ¿A qué radical ubicás en ese grupo?
- A Gustavo Valdés, Petri, Maxi Pullaro. Pero hay que construir con todos.
- ¿No me lo nombraste a Martín Lousteau?
- No, porque pareciera ser que por sus posiciones no está para acompañar. Pero bueno, lo respeto.
- ¿Te imaginás a la UCR formando parte del gobierno nacional?
- Ya hay radicales que son funcionarios. Creo que no le tienen que pedir permiso a nadie ni para ser funcionarios ni para ser radicales. Además de Petri hay otros, en todos los niveles. El radicalismo tranquilamente puede ser parte del gobierno nacional. Esto, claro, con las diferencias que podamos marcar y sin caer en los extremismos y fanatismos.
