Ambas designaciones son interinas, ya que la cobertura definitiva deberá dirimirse mediante concurso. Una de ellas siguió la lógica imperante en los últimos años: un fiscal en actividad que asciende a juez. La otra designación, en cambio, se apartó de los usos y costumbres posibilitando el regreso al Poder Judicial de alguien que hacía ya más de 20 años de años que se había apartado.
El cuarto juez de garantías
Hasta el presente, los tribunales de la capital del citrus han contado con tres juzgados de garantías. Mediante una especie de enroque, el Superior Tribunal de Justicia creó el cuarto, reasignando para ese fin un cargo de vocal que quedó vacante en el sur de la provincia. En la acortada del martes último, designó como juez de garantías al hasta hoy fiscal Germán Dri.El exfiscal que regresa como juez, 22 años después
Distinto fue el criterio que siguieron los miembros del Superior Tribunal de Justicia para reemplazar al Doctor Alberto Funes Palacios, quien al momento de acogerse a la jubilación se desempeñaba como Juez del Tribunal de Juicios y Apelaciones. En su lugar, asumirá el próximo 1 de Julio el Doctor Mariano Caprarulo, quien de esta forma regresa al Poder Judicial, del que se alejó allá por el año 1997, cuando renunció al cargo de Fiscal para dedicarse a la actividad privada.La noticia no sólo impacta en los tribunales sino muy especialmente en el mundo de la citricultura, donde el protagonismo de Mariano Caprarulo fue visible en las últimas décadas.
Después de haber sido gerente de Argencitrus entre los años 1998 y 2004, Caprarulo asumió como Director Ejecutivo de la Cámara de Exportadores de Citrus del Nea (CECNEA), responsabilidad que tuvo hasta el presente, lo mismo que la de negociador de los protocolos jurídicos fitosanitarios del nordeste en la Unión Europea y Vicepresidente de Federcitrus, la máxima entidad que agrupa a las empresas citrícolas de la Argentina.
Caprarulo es abogado egresado de la UBA y fue Secretario del Juzgado Correccional de debate oral de Concordia entre 1988 y 1991 y luego Agente Fiscal del Juzgado de Instrucción 1 desde 1991 hasta 1997, año en que decidió emprender nuevos rumbos.
Durante los años en que se acompañó a la actividad citrícola, siguió ejerciendo su profesión de abogado desde el estudio jurídico Stempels - Caprarulo y asociados, según precisa su currículum vitae.
