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Sra. Directora de El Entre Ríos:

En una nota publicada este jueves tanto en la edición impresa como en la digital de El Entre Ríos, una vez más me encuentro con alusiones inexactas y agresivas contra mi persona, ante lo cual solicito el correspondiente derecho a réplica. Me refiero al artículo titulado “El otro Urribarri, el de CFK”, firmado por el periodista Adrián Pino. En primer término, quiero señalar que se me menciona en el texto como “un Urribarri enriquecido a partir de la función pública”. ¿En qué se basa el autor de la nota para brindar a los lectores semejante afirmación? Es de público conocimiento que mi patrimonio está siendo analizado desde hace tres años por el Poder Judicial de forma minuciosa, profunda y sin límites y no se han encontrado irregularidades. De hecho, no estoy imputado en ese legajo.

Más adelante, el autor de la nota se refiere a mí como “amante de los autos lujosos” y “millonario”, sin tener en cuenta que esa información se contrapone con lo que figura en mi declaración jurada.

En otro pasaje, el autor me menciona en tono peyorativo como “acostumbrado a mirar la realidad desde el aire”. Al respecto, quiero indicar que durante mis años como gobernador me moví en un helicóptero del Estado provincial y en una aeronave contratada tras la correspondiente licitación, de la misma manera en que lo hacen los gobernadores de todo el país, ante la obvia necesidad de estar presente en distintos puntos del territorio. Una vez concluido mi mandato, cuando necesito viajar, a veces lo hago en auto y otra en vuelos de línea. En modo alguno eso comporta “mirar la realidad desde el aire”.

Más adelante, sin pruebas a la vista, el autor menciona “escapadas permanentes a Panamá”. Cabe aclarar que he visitado distintos países por tareas de gestión, y también para hacer turismo en familia, como muchos ciudadanos. La alusión específica a Panamá, país que cobró trascendencia mundial por ser sede de cuentas off shore que involucraron a políticos de numerosos países, incluso al presidente Mauricio Macri, me hace pensar que se trata de otro elemento que busca denostar mi figura. Y me obliga a puntualizar que no tengo ninguna cuenta off shore en Panamá.

El autor, más adelante, se refiere a mí como un “bandido que alimentó con contratos truchos la caja negra de la política”, probablemente en alusión a la causa en la que se analizan contratos legislativos, en la que aún está en pleno desarrollo la investigación penal preparatoria.

Quizás en el que sea el pasaje más grave de esta afrenta disfrazada de periodismo, el autor me acusa de otorgar “sobresueldos al Superior Tribunal de Justicia para comprar impunidad anticipada”. Comprenderá la dirección del medio que un dirigente político que fue intendente, legislador, ministro y dos veces gobernador elegido por el voto popular no puede dejar pasar semejante afirmación y sí corresponde ejercer mi derecho de pedir que se ratifique o rectifique esa grave acusación.

Por último, este texto es prueba de que no evito “responder a la prensa”, tal como asegura el autor de la nota, que posiblemente no sepa que cada semana atiendo a distintos medios tanto provinciales como nacionales. Menos aún puedo dejar pasar que se me señale por evitar “a la justicia”, dado que me he presentado cada una de las veces que fui citado a tribunales, lo que también es de público conocimiento, pero el autor de la nota prefiere no mencionar.

Atentamente,

Sergio Daniel Urribarri
Presidente de la Cámara de Diputados de Entre Ríos

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