Los condenados prestaban servicios en el área de Tránsito de la Municipalidad de Paraná y se aprovecharon de la desesperación de las personas que sufrían la retención del vehículo por alguna infracción de tránsito en plena pandemia.
El fiscal Gonzalo Badano y el defensor Cristian Panceri acordaron que el imputado, Héctor Mario Tinetto cumpla por cuatro hechos en concurso real la pena de tres años de prisión de ejecución condicional, más una inhabilitación especial por cuatro años y el pago de una multa de 60.000 pesos. También para el hombre se fijaron normas de conductas que establecen la prohibición de realizar cualquier tipo de acto molesto perturbador, por sí o por interpósita persona, por cualquier medio, hacia testigos de la causa. Además debe realizar durante el término de la condena 96 horas anuales de trabajos no remuneradas en provecho de la institución de beneficencia que designe la OMA.
En tanto que para el imputado, Eduardo Cuevas se acordó una pena de un año y seis meses de prisión condicional, una inhabilitación por el doble tiempo de la condena y una multa de 20.000 pesos porque solo participó de un hecho). Si bien las reglas de conductas son las mismas que Tinetto, Cuevas debe realizar por un plazo de dos años 96 horas anuales de trabajos no remuneradas en provecho de la institución de beneficencia que designe la OMA.
La jueza Castagno analizó todas las pruebas y la conformidad de los acusados para homologar el acuerdo.
Los hechos
A Héctor Mario Tinetto se lo acusó que “en su condición de empleado de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Paraná, con desempeño en la Dirección de Colisiones, en fecha no determinada pero entre los meses de abril y mayo del 2020, percibió de los titulares de los vehículos: Fiat Palio; Renault 12; Peugeot 206 y Renault 19 que se encontraban secuestrados en el depósito de calle Echagüe, por distintas infracciones de tránsito, sumas de dinero que oscilan entre los 5000 y 10.000 pesos, con el propósito de lograr la restitución de los rodados, sin llevar a cabo el procedimiento de regularización previsto por la reglamentación municipal para el recupero”.Según fiscalía en algunos casos los propietarios de los rodados se dirigían a las oficinas de calle Alem Nº826 a averiguar el procedimiento para la restitución de los rodados secuestrados por distintas infracciones de tránsito, y Tinetto los convocaba o directamente los conducía en su vehículo particular hasta el depósito de calle Echagüe, en días y horas inhábiles, donde se efectivizaba el retiro de los rodados, previo a que los propietarios le entregaran las sumas de dineros exigidas. En otras ocasiones, directamente los contactó telefónicamente, diciéndoles que debían llevar el dinero al playón para poder recuperar los cuatro autos.
Para concretar estas acciones, Tinetto habría contado con la colaboración de los diversos agentes municipales, con desempeño funcional en el playón de calle Echagüe, quienes a sabiendas de que Tinetto percibía indebidamente sumas de dinero por la devolución irregular de los rodados, además de facilitar la salida de los vehículos del depósito, sin contar con la documentación requerida, insertaron manifestaciones falsas en los libros de registros -libro de guardia- consignando fechas y datos que no se correspondían con aquellas en la que efectivamente se procedía al retiro de los vehículos, lo que impide corroborar en qué fecha se efectivizó la devolución, y en consecuencia la identidad de los empleados municipales que colaboraron con Tinetto. Respecto del vehículo Renault 19 se acreditó que fue retirado por su propietario el 30 de abril de 2020 aproximadamente a las 00, previo a que el dueño le abone a Tinetto una suma de dinero convenida anteriormente y en connivencia con Eduardo Cuevas, a cargo como auxiliar de guardia del playón sito en calle Echagüe intersección Além de la ciudad de Paraná, quien en clara violación a sus deberes, permitió que el vehículo fuera sacado del playón donde se encontraba depositado sin que se haya regularizado su situación, conforme lo previsto por la reglamentación municipal para el recupero.
La jueza tuvo en cuenta como agravante “la naturaleza de las acciones y el contexto en que se llevaron adelante las conductas incriminadas, a saber, la situación de Pandemia COVID 19, de la cual se aprovecharon, valiéndose de la necesidad de los propietarios de los rodados”.
