Se trata de un hombre de unos 50 años de edad, identificado por sus iniciales como GRB, quien fue encontrado culpable del delito de “Abuso sexual gravemente ultrajante, doblemente agravado por la condición de encargado de la guarda del autor y haber sido cometido contra una menor de 18 años aprovechando la convivencia preexistente” en concurso ideal con “Promoción de la corrupción de menores agravada por la condición de encargado de la guarda de su autor en perjuicio dos menores”, que concurren realmente entre sí y con el ilícito de “Abuso sexual con acceso carnal reiterado”.
Los hechos fueron cometidos en perjuicio de su entonces pareja, a quien forzaba a mantener relaciones sexuales durante la convivencia y también tras la separación. A su vez, también fueron vulneradas las dos hijas de ésta, a una desde los 4 hasta los 12 y la otra desde los 7 hasta los 12 años de edad.
La investigación penal preparatoria estuvo a cargo del fiscal Juan Sebastián Blanc, quien llevó la causa a un juicio en que el abusador fue condenado a 22 años de prisión por la jueza Melisa Ríos, integrante del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay.
Una vez conocida la decisión, el abogado Pablo Leonardo Di Lollo apeló la resolución ante Casación Penal, que analizó el caso y ratificó la condena impuesta oportunamente.