Alrededor de 40 comerciantes se agolparon en el lugar, pero previo a las negociaciones el secretario de gobierno Martín Santana procedió a leer una lista de los vendedores censados afectados por el desalojo de Gendarmería: un total de 25.
La propuesta
El dueño del estacionamiento alquilará su propiedad al municipio, mientras los puesteros quedarían establecidos allí hasta enero como tiempo máximo, según palabras del propio intendente. Para el primer mes de 2017 "todos los comerciantes deberían tener su comercio dentro de Las Pulgas", ya que durante ese tiempo se procederá a desalojar paulatinamente a aquellos stands ubicados dentro del galpón que no estén cumpliendo las reglas establecidas o cuyos dueños posean un puesto en otro lugar.
"Hubo algunos que "se han avivado"
Ante el pedido de explicaciones por el motivo del desalojo, Cresto confió a los comerciantes que lo hizo "dada la situación del país, ya que la gente va a necesitar trabajar y todos van a ir a la calle. Anticipándonos a esto, elegimos desalojar a quienes ya están ubicados hace tiempo en las veredas y prohibir terminantemente la ubicación de quienes quieran volver a instalarse".
Cabe destacar que, hace dos días, el intendente había confiado a Oíd Mortales Radio que "la solución es readecuar el Mercado de Pulgas. Hay 99 puestos, de los cuales muchos están en forma irregular y pueden recuperarse en 2, 3, 4 o 5 meses. Los que están ahí arrancaron como estos de la calle. Después hubo caso que se han avivado y se convirtieron en mercadistas".
Ahondó explicando que "hay 5 o 6 puestos que están a nombre de otras personas y se pueden recuperar, como otros lugares más. Los del mercado de Pulgas tienen la predisposición para eso. También de estos 20 y pico hay que decir que no quedarán todos, hay casos que seguramente se reacomodarán en otras actividades".
Tras la presentación de los puntos, los comerciantes se pusieron de acuerdo e interpusieron una respuesta sólo en el punto económico: el subsidio ascendería a $4.500 para cada puesto y se otorgarán $2.000 para aquellos puesteros que se comprobó que no fueron censados durante la clausura (alrededor de 6). La contraoferta fue aceptada por el municipio y la negociación fue cerrada.
