“Se cerró un ciclo y lo asimilé muy bien. Se dio todo muy rápido y cuando me anunciaron que no me renovaban contrato, decidí retirarme y comencé una nueva etapa en mi vida. Este lunes arranqué a trabajar en una inmobiliaria, así que me levanté temprano, agarré la compu, la lapicera, la agenda y salí. Hace un tiempo me recibí de Martillero Público y Corredor Inmobiliario”, contó el zaguero que superó los 400 partidos en Patronato en una entrevista con DEPORTES 12 de RADIO 12 de Colón.
Si bien en la última Superliga no tuvo la continuidad que acostumbraba, por su historia en el club, Andrade mantenía esperanzas de continuar en el plantel dirigido por Gustavo Álvarez. “Masticaba la posibilidad de la renovación. En este nivel tenés que estar al límite y lamentablemente en el último tiempo no pude demostrar en cancha lo que puedo dar”, expresó el zaguero, y agregó: “Uno a cierta edad va sabiendo que el retiro se acerca. Los futbolistas tenemos una fecha de vencimiento y después arranca una nueva vida y quería tener herramientas en el bolsillo, la única forma es capacitarse y estudiar”.
Sobre lo repentino del retiro, porque tranquilamente podría seguir jugando en otra institución o nivel, Andrade fue contundente: “Hace un tiempo me separé y si llego a irme a otro club tengo que dejar de ver a mis hijos. En la balanza puse eso y si me iba a Paraná no los iba a poder ver seguido. No me moviliza analizar otra propuesta para seguir jugando. El fútbol es hermoso pero tenés que dejar muchas cosas de lado y aguantar la presión del día a día”.
Habiendo dejado claro que la decisión del retiro se trató de una mezcla de situaciones que fueron desde lo deportivo a lo familiar, Andrade se refirió a la visión de los futbolistas y la posibilidad de capacitarse: “Hay de todo en el fútbol, jugadores que tienen una ferrari y otros que se venden a cifras millonarias. Eso confunde a la gente porque no es la realidad del futbolista promedio. En mi caso transcurrí casi toda mi carrera en el ascenso y llegué a Primera con 31 años, con un buen sueldo, pero no lo suficiente para no trabajar más”, y subrayó: “Fui consciente que la única forma de tener herramientas el día después era estudiando”.
La temporada 2019/2020 de la Superliga, que ahora pasará a llamarse Liga Profesional, fue cancelada por el Coronavirus y la anulación de los descensos le vino de perillas a Patronato, que estaba seriamente comprometido. Y según dispuso AFA, en los próximos dos campeonatos no habrá descensos. Sobre este tema, tan mentado, Andrade expresó: “A Patronato lo veo bien porque dirigencialmente ha sido prolijo, serio y cauto. Este período sin descensos le va a permitir trabajar con menos presión”.
Durante los 15 años que jugó en Patronato, el defensor surgido de Sportivo Urquiza pasó por cientos de canchas de todo el país, en cuatro categorías. A la hora de señalar las diferencias en los niveles del fútbol argentino detalló: “Hay diferencias en estructura y logística entre Primera y el ascenso. Y fundamentalmente en la medida que vas subiendo de categoría te vas dando cuenta la diferencia de jerarquía de los rivales. En Primera terminaba muerto después de los 90’, eran partidos con mucha dinámica y en donde no te perdonaban un error”.
Si bien ahora está abocado a su nueva profesión, el deseo de Andrade es seguir vinculado a Patronato y continuar aportando desde otra función: “Me gustaría que me llamen del club para seguir ligado, pero eso no depende de mí. La intención es ser el nexo entre dirigentes y cuerpo técnico, estar cerca de los jugadores de Reserva e inferiores. Quizás la falencia de los últimos años ha sido que Patronato no pudo sacar jugadores que lleguen a Primera”, agregó.
A modo de ping pong, uno de los ídolos de Patronato eligió, entre tantos, a los compañeros de zaga con quienes mejor se sintió en sus 15 años: “Me quedo con el Colo Zuvinikar y Carlos Quintana”, y también al rival que más lo sorprendió: “David Trezeguet, cuando le ganamos a River en Santa Fe, por la B Nacional”. Al mismo tiempo señaló que: “El mejor equipo que integré fue el que ascendió a Primera, y ahí nomás ese de la B Nacional que le ganó a River, aunque un mal arranque nos impidió terminar más arriba en la tabla”.
En el final, Andrade describió lo que significa Patronato en su carrera deportiva y en lo personal: “Me formó, me curtió y es mi segunda casa. Y eso que llegué de un club rival como Sportivo Urquiza. Pero siempre me trataron de 10. Hice una carrera hermosa y rodeado de buena gente”.
