El magistrado manifestó que “la duda que se tiene siempre cuando se habla de venta al menudeo de droga urbana es la posible superposición entre la investigación de la Justicia Federal y la de la Justicia local. En estos casos lo más importante es buscar la coordinación de las actividades, para evitar que con un procedimiento con un denominado kiosco impida que se desbarate una organización más grande y se pueda llevar ante la Justicia a sus organizadores”.
Chaia indicó que “lo más importante es la coordinación en campo, los recursos y la necesidad de contar con personal especializado, que la Policía lo tiene y, después, disponer de lugares seguros donde se pueda almacenar la droga secuestrada. Esto último es un problema también”.
El juez Chaia explicó que “sabemos que las cárceles están repletas de personas y tenemos que tener una idea de a qué lugar van a ir aquellos que resulten detenidos por la aplicación de la nueva ley de narcomenudeo. Supongamos que sean 2 o 3 detenidos mensuales por jurisdicción, estamos en unas 40 a 50 personas por mes. Y para esto hay que estar muy bien preparado”.
Rehabilitación de adictos y reincidencia
En otro sentido, Chaia precisó que “para ser sinceros hay muy pocos lugares de rehabilitación de adictos en la provincia y los que existen, tienen cupos muy limitados. Hay un ingente trabajo de los Defensores, especialmente los que actúan en materia civil porque son ellos los que llevan adelante las internaciones. Esta realidad no es únicamente de Entre Ríos, sino que es prácticamente común en el resto del país”.En cuanto a la reincidencia, Chaia puntualizó que “depende de los delitos de los que se quiera considerar. Si hablamos de homicidios, la estadística de reincidencia es baja, en casos de abusos sexuales hay un porcentaje medio pero, si hablamos de robos, los índices son altos”.