"Cuando empezó la cuarentena se hizo más evidente la necesidad que pasan algunas personas. Me propuse que debía ayudar con lo que tuviera a mi alcance, así que con la plata que había juntado y los materiales que me compraron mis padres, se me ocurrió vender pulseras afuera y con lo recaudado donarlo a distintos lugares en Paraná”, relató Galarza. En este sentido, la joven sintió que podía ser “más útil desde la situación en la que estoy. Le conté a mi compañera (somos dos en este pabellón) y empezamos a confeccionar pulseras y bolsas, mi madre va comprando todo y lo maneja en mi Facebook".
"Cuando empezó la cuarentena se hizo más evidente la necesidad que pasan algunas personas. Me propuse que debía ayudar con lo que tuviera a mi alcance, así que con la plata que había juntado y los materiales que me compraron mis padres, se me ocurrió vender pulseras afuera y con lo recaudado donarlo a distintos lugares en Paraná”, relató Galarza. En este sentido, la joven sintió que podía ser “más útil desde la situación en la que estoy. Le conté a mi compañera (somos dos en este pabellón) y empezamos a confeccionar pulseras y bolsas, mi madre va comprando todo y lo maneja en mi Facebook".