En una primera instancia sólo se había suspendido a una parte de los operarios, pero finalmente se tomó la determinación de despedir a todos.
“Las veces que hablamos con la empresa constructora, estaban muy complicados con el pago a los operarios, y la compra de materiales, porque IAPV (Instituto Autárquico de Planeamiento y Vivienda) no estaban pagando las certificaciones que debía”, contó la damnificada.
Por su parte, desde IAPV manifestaron que los pagos sí habían sido enviados, pero en las últimas horas trascendió que la deuda asciende a 119 millones de pesos a la empresa constructora, según especificó Lucrecia.
“El municipio jamás nos dio una reunión, no nos dijeron lo que estaba pasando, envió gente pero no dio la cara. IAPV solo nos envió un Excel donde dice que pagó, pero que lo puede hacer cualquiera, no es un comprobante de pago. Es una vergüenza. Es un desastre lo que han hecho y no sabemos dónde está la plata, VICOER no movió un dedo”, contó.
Los vecinos se expresaron frente a la incertidumbre sobre sus viviendas y el avance importante que tiene la obra. La entrega estaba prevista a dos años desde su inicio, sin embargo, aún no tienen respuestas sobre una posible finalización. Lucrecia agregó que las unidades que todavía están disponibles, continúan siendo ofrecidas por internet a nuevos propietarios, que se encontrarán frente a la misma problemática. “La construcción ya tiene un 90 % de avance. Estamos hartos, venimos desde el 2016 con este tema. Las viviendas están ahí, hay gente cuidándolas pero no sabemos lo que puede llegar a pasar”, lamentó.
