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Sergio Brodsky es psicólogo y dicta clases en la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER). Forma parte de “Lazos en Red”, que es una red de voluntarios para la prevención del suicidio que está trabajando voluntariamente y de manera independiente.

“Colaboramos con las instituciones que nos piden como educación y salud y dependencias municipales. Pero somos independientes de cualquier institución. Trabajamos en la prevención del suicidio, en tanto y en cuanto, no se cumpla con la Ley Nacional de Prevención del Suicidio que es la Nº 27130”, explicó en el comienzo del diálogo con El Entre Ríos.

“Lazos en Red” está abierto al que quiera sumarse. Las reuniones se concretan los jueves, de 19:30 a 21:30, en San Lorenzo (oeste) 272, casi Laprida. “Hemos hechos capacitaciones en las distintas escuelas y niveles para la prevención del suicidio, capacitación también con los medios de comunicación en cuanto a la cobertura de noticias, en el sector salud y también en seguridad (con las personas que están en contacto con situaciones de riesgo de suicidio)”, contó.

Del mismo modo, según relató el profesional, colaboran con la Policía Urbana, hacen trabajos con grupo de tejido para las personas que están solas; en grupos operativos, que reúne a hombres atravesados por esta cuestión del patriarcado y el machismo en relación a su incidencia con el suicidio; y grupos acompañados que son para compartir con las personas que están solas.

Brodsky es, ante todo, un vecino comprometido con la comunidad. Así lo demostró hasta jubilarse, la semana pasada, en el área de Salud Mental del hospital “Felipe Heras” y en la Unidad Penal Nº3 de Concordia.

La muerte de un joven estudiante de 13 años, que concurría a la Escuela Técnica Nº 1 “Brigadier General Pascual Echagüe” de Concordia, despertó el interés en conocer la mirada del especialista. Un disparo, las sombras de un presunto caso de acoso escolar y la presunción de una autodeterminación, en la mirada del psicólogo en una entrevista con www.oidmortalesradio.com.ar -¿Cómo ves este caso en particular y, en general, ayudanos a mirar el hecho?
-Creo que hay que separar dos cuestiones. Para mí el caso de este chico, por una cuestión de respeto y ética, no me animo a dar una opinión porque no conozco el caso y por respeto a la familia y todos.

-Un momento. Contagianos de tu actitud. ¿Qué sabemos nosotros para hablar del tema? Respeto y humildad porque no tenemos ni idea.
-Me parece totalmente desubicada y poco feliz referirnos al caso en sí por una cuestión de respeto y desconocimiento .Sobre todo porque los casos de suicidio, en general, siempre hablamos de que es un fenómeno sumamente complejo. No tiene una sola causa, un solo factor en su composición sino que hay muchas dimensiones que entran en juego en un suicidio. No podemos decir que el suicidio es por tal o cual cosa, solamente como si fuera una relación directa y simple sino que, en general, hay una composición de diversos factores, individuales, familiares, sociales, donde el llamado bullying, que creo que hay que replantear, se toma como un factor de riesgo del suicidio.

A mí lo que me parece interesante es que lo que está pasando, a partir de esta situación que nos ha conmocionado a todos, es que se ponga sobre el tapete, se haga visible, se pueda discutir del tema de la violencia en las instituciones escolares y en la sociedad en general. Creo que esto trasciende a las escuelas.

Si hay una oportunidad saludable respecto a lo que está sucediendo es la posibilidad de visibilizar, discutir y reflexionar sobre un tema que justamente tiene como característica su invisibilización, su legitimación, su naturalización que es la violencia en general, la violencia social, de la cual la escuela es un reflejo y de la cual el llamado bullying es también un aspecto de esa violencia.

Si cuestionamos el concepto de bullying o de acoso o de hostigamiento entre pares es en función de que se lo reduce a una relación de violencia entre los chicos. Siempre demonizamos a los adolescentes y se despoja ese análisis de lo que es la violencia del mundo de los adultos. Nos descontamos nosotros como sociedad adulta: los padres, los docentes.

-Como si miráramos desde la tribuna.
-Claro. ¿Cómo los chicos se maltratan? Si nosotros reducimos el análisis a la violencia entre chicos, como lo reduce el bullying, dejamos de lado el grave problema social que tiene que ver con la violencia instituida, legitimada en la sociedad y en las relaciones.
Y también al haber legitimación, naturalización y ocultamiento de la violencia, hay cierta indiferencia a tomar, a hacerse cargo socialmente. No creo que sólo los docentes, sino toda la sociedad: los padres, nosotros tenemos que hacernos cargo de esta situación y transformarla.

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Creo que, en este caso desafortunado, doloroso, triste, me parece muy importante evitar la actitud de dirigir la indignación, la angustia, la impotencia, el dolor, la rabia a buscar chivos expiatorios. Si bien, obviamente, hay que hacer análisis de responsabilidades cuando hay violencia en las escuelas, me parece que lo más importante es comprender qué hay detrás de todas las situaciones de violencia e intentar generar, el Estado primero y nosotros como sociedad también, mecanismos para poder entenderla y transformar. Que esta sea una oportunidad transformadora.

-¿Cómo está conformado el grupo que integrás, qué tareas hacen en escuela ante hechos que también han sensibilizado porque han hecho un trabajo educativo, sin dudas?
-La red de voluntarios para la prevención del suicidio que surgió a partir de la inquietud, la preocupación, por la falta de políticas públicas en relación a la prevención del suicidio, a pesar de que existe una ley que también tenemos que replantearnos. Cuál es nuestra relación con la ley.
Hay una ley de prevención de suicidio, que es la 27130, hay una ley anti bullying, hay una ley de Educación Sexual Integral, hay una ley de Salud Mental, hay leyes hermosísimas pero que se transforman en políticas públicas con el efecto realmente que pueden tener. Como letra muerta no tiene ningún efecto.

-¿Qué pasa con estas leyes, por qué no se cumplen?
-Desde ahí nuestra idea es colaborar en la prevención del suicidio hasta tanto el Estado pueda hacerse cargo de eso. Nosotros siempre tenemos una actitud de demandar que salud pública se haga cargo del cumplimiento de la Ley Nacional Nº 27130, que contempla la colaboración de la sociedad civil pero nosotros no nos podemos hacernos cargo de algo que es responsabilidad indelegable del Estado.

Sí, como voluntarios, como vecinos preocupados, nos hemos convocado. Somos cerca de 20 personas, en el grupo. Venimos haciendo capacitaciones en prevención del suicidio en las escuelas con personal de seguridad, de salud.

En este caso también nos pidieron colaboración y obviamente la hemos brindado porque ya el martes estuvimos haciendo algún abordaje y seguramente esta semana vamos a ayudar desde nuestro lugar. Proponemos con papás, chicos, docentes, espacios para poder hablar de lo que están viviendo, pasando, transformar esa angustia, ese dolor, en palabras y poner sentidos. Poder elaborar y procesar esa situación para darle un cauce que tenga que ver con la salud y no la violencia.

También aceptar que hay una situación muy compleja que hay que abordar y transformar. Me parece que, más allá de lo doloroso, penoso, dramático de esta situación, me parece que es oportunidad para que este tema pueda ser parte de lo público pero en un sentido transformador, revelador de esta situación.

-¿Cómo puede trabajarse con las familias en el durante y cómo en el después si aparecen casos como el de esta carta que, más allá que dice que lo superó, le pasó?
(Nota de la redacción: la referencia, en la pregunta, es a la publicación: “Emotiva carta de un papá, tras la muerte de un adolescente de la escuela Técnica Nº1”.)
-Esto es re complejo y nadie tiene la posta sobre esto. Es de mucha incertidumbre, complejidad. Tuvimos reunión de grupo, alguien mencionó esta carta y yo pensaba que, en realidad, hay que sumar todos los agentes que puedan colaborar en generar transformaciones en las instituciones.

Si este testimonio es crítico respecto de ciertas cartas, instituidos en la escuela, la violencia como algo naturalizado, me parece que es válido que todas las personas puedan aportar a esa transformación necesaria de prácticas violentas en las instituciones educativas, en general. No me refiero a este caso porque no es un problema que se reduce a una sola institución. Digo que las instituciones reflejan la violencia social instalada.

Qué interesante sería que estas personas pudieron, como algo aventurado, dar charlas y testimonios en escuelas. Generar espacios donde estas personas puedan decir que esta fue mi experiencia, este es el testimonio que tengo, esta es la crítica respecto lo que considero son valores o disvalores que sólo generan violencia y hay que cambiar. Comprometerse con eso. La búsqueda de chivo expiatorio no tiene sentido porque las culpas lo único que hacen es paralizar y no resuelven nada. Me parece que si uno puede pensar en resolver algo de este tipo es con el concurso de todos los sectores, de toda la comunidad.
Fuente: El Entre Ríos - Oíd Mortales Radio.

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