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Lunes por la mañana. Es feriado en el territorio entrerriano. La terminal de ómnibus de Concordia es el epicentro de una falla inesperada. Un retraso de esos que a todos incomoda y preocupa.

A las 9:10 debía partir hacia la terminal de Retiro la unidad 8993 de la empresa Flecha Bus. Sin embargo, la puntualidad la dejaron para otro día porque antes de siquiera dar inicio al viaje ya hubo que atender una urgencia: “se rompió algo”, se escuchó decir.

El “algo” fue la bomba de gasoil que utiliza ese micro de larga distancia. Primer paso ante la eventualidad: llamar al mecánico. La tarea parece sencilla pero, como se dijo antes, es un día inhábil porque se recuerda la Batalla de Caseros, ocurrida precisamente un 3 de febrero de 1852.

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La batalla de esa mañana contra el reloj empieza bien: hay mecánico y acude a reparar el colectivo mientras los pasajeros empiezan a impacientarse. Una de ellas hace notar que tenía un vuelo en Ezeiza para que el que estimó llegar con 3 horas de margen, aunque finalmente no será así dada la tardanza.

¿Qué pasó? El primer filtro elegido para reemplazar al roto era usado. Y no anduvo. Por esa razón el mecánico dejó la Terminal con el desafío de conseguir un filtro nuevo. Empezó otra pequeña batalla: la de dar con el que lo tenga, un 3 de Febrero. Regresó a los 10 minutos y entonces hubo reparación exitosa.

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Los pasajeros, como el hombre en sillas de rueda que observó en silencio lo que pasaba, aguardaron en su mayoría pacientes, resignados. 1 horas y 20 minutos después de lo programado pudieron subir y emprender su viaje.
Fuente: El Entre Ríos.

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