En relación con la crisis que se ha generado en torno a la presencialidad y la incertidumbre que sigue generando para el sistema educativo, el movimiento #ALasAulas, solicita que institucionalmente se renueven los consensos, y que todos los esfuerzos se orienten a lograr previsibilidad y coordinación, en un escenario que ya es lo suficientemente complejo para chicos, familias y docentes de todo el país.
El trabajo de los últimos meses entre el Consejo Federal de Educación, los Ministerios de Salud de las diferentes provincias, los sindicatos, las
familias y la sociedad civil demostró que es posible lograr acuerdos sustantivos. El consenso de que la presencialidad debe ser la regla y que las
escuelas deben ser lo último en cerrar y lo primero en abrir fue un logro que guió el inicio del ciclo lectivo 2021 y al que funcionarios y sociedad civil deben retornar.
En este sentido, desde la campaña sostienen tres consignas frente a este momento:
1) Prioricemos el bienestar de nuestros chicos y chicas
2) Recuperemos el camino del diálogo
3) Que la evidencia sea la guía Anabella Serignese, directora de programas de Asociación Conciencia, indicó: “Estamos viviendo una crisis institucional que sólo agrava una situación que ya era de por sí complicada. Los chicos y chicas necesitan que los adultos nos pongamos de acuerdo, que les demos seguridad. Debería haber criterios claros y coherentes para las decisiones. Y como sociedad necesitamos que nuestros líderes encuentren caminos constructivos, no lo contrario. Hubo mucho trabajo y esfuerzo por parte de toda la comunidad educativa y las autoridades para lograr que las aulas estuvieran abiertas, es fundamental no perder todo ese aprendizaje".
Agregó que "desde la sociedad civil, organizaciones, cámaras, familias, colegios venimos desarrollando una coordinación y construyendo un protagonismo que es fundamental sostener. En este momento, nuestro pedido es acuerdos sustantivos”.
Ignacio Ibarzábal, director de Argentinos por la Educación y otro de los voceros de la campaña sostiene: “Hay que recuperar el camino del diálogo y del consenso. La política educativa tiene que definirse con acuerdos políticos, no en los tribunales. Llegamos a una situación en la que cada noche las familias y los docentes se van a dormir sin saber qué pasará al día siguiente. La incertidumbre y el caos son el peor escenario para la salud y la educación. Con la evidencia como guía, los funcionarios tienen que volver a sentarse a conversar. Nuevos acuerdos son fundamentales para nuestros chicos y chicas.”
Desde el movimiento #ALasAulas sostienen su premisa fundamental: que la presencialidad tiene que ser la regla, y que sólo debe suspenderse a partir de evidencia contundente. Por eso, se renueva la invitación para que nuevas organizaciones sociales, cámaras, colegios e instituciones se integren al colectivo. Pueden hacerlo escribiendo a info@alasaulas.org.
Estudios de UNESCO, UNICEF, Banco Mundial, OMS y BID, entre otros organismos internacionales, demuestran que la suspensión de clases presenciales tiene como consecuencia el incremento de las desigualdades, la pérdida de aprendizajes, el deterioro de la salud física y emocional de los estudiantes y menores posibilidades futuras de empleo. A su vez, la evidencia sostiene que las escuelas son un espacio seguro. Según datos oficiales relevados por el Ministerio de Educación Nacional en la plataforma oficial Cuidar Escuelas y difundidos la semana pasada, solo el 1,03% de directivos, docentes y auxiliares se contagiaron de COVID-19 desde que se retomó la asistencia presencial en sus escuelas. Entre los estudiantes con clases presenciales, el porcentaje de casos positivos es 0,16%.
Miembros de la organización informaron que sigue abierta la invitación a todos los ciudadanos a participar sumando su firma a la de más de 220.000 personas en www.alasaulas.org.
