Sin desconocer su centenaria historia, uno de los aspectos que lo identifican a nivel provincial fue el haberse convertido en el lugar de origen de quien fuera dos veces gobernador de Entre Ríos y actual embajador argentino en Israel, Sergio Urribarri. Hijo de Miriam Luchessi (directora de una escuela rural) y Jorge Urribarri (jefe de una pequeña estación ferroviaria), vivió en ese ámbito rural hasta los 18 años de edad que su familia se mudó a General Campos, a 60 kilómetros de Concordia.
El apellido Urribarri aún continúa siendo popular en Arroyo Barú. En efecto: Guillermo, hermano del exmandatario provincial, hasta diciembre fue el presidente de la Junta de Gobierno. Alejado de las excentricidades y polémicas de su hermano embajador, este médico rural -que transcurrió más de un período al frente del gobierno local- se retiró una vez cumplido su último mandato, con el sabor amargo de que el peronismo no tuviera continuidad en el poder y que el mismo quedara en manos de “Juntos por el Cambio”, integrado allí por una joven dirigencia radical.
Sin causas por presunta corrupción como las que se le siguen a su hermano Sergio, por el contrario, quien sucedió a Guillermo en el gobierno asegura haberlo encontrado “ordenado y sin deudas”, aunque dando cuenta de un estado complejo de su parque vial.
El sueño del club local
Toda comunidad que se precie de tal debe avanzar institucionalmente, más allá de su gobierno local -en este caso, representado en su flamante comuna, vigente desde diciembre de 2019-; también en lo cultural y deportivo, dentro de la sociedad civil. Y Arroyo Barú lo sabe.“Ha sido donado un terreno, de casi cuatro hectáreas en la zona de ingreso al pueblo y frente a las vías, donde está la cancha de fútbol del Club Deportivo Arroyo Barú, algo que surgió como un proyecto y un sueño hace unos años y ahora se está organizando con comisión y todo”, dio a conocer a El Entre Ríos el actual presidente de la comuna local, Víctor Sapattini, quien además ocupa el cargo de tesorero en la flamante institución.
La idea es “ir mejorándolo y centrar todas las actividades deportivas en ese lugar” comentó Sapattini, al mismo tiempo que anticipó: “Si bien el fútbol ya está integrando la Liga de las Colonias y el año pasado salió campeón, como el predio es tan grande y lindo queremos aprovecharlo para agregar, a futuro, una cancha de hockey”, dado que actualmente varios chicos de Arroyo Barú lo practican en el predio de la exestación, donde improvisaron una “canchita”.
Transferencia oficial
En la última sesión ordinaria del Senado entrerriano, desarrollada el jueves pasado por videoconferencia, quedó aprobado un proyecto de ley con despacho de la Comisión de Legislación General, que involucraba tanto el nombre como la geografía de Arroyo Barú. Su articulado, hace alusión a una donación “con cargo de afectar el inmueble en forma exclusiva al Centro Rural de Población Arroyo Barú con destino al uso recreativo y deportivo para los vecinos de Arroyo Barú y zona”, por el que se autoriza al gobierno provincial a aceptarlo.La presidenta de esa comisión de la cámara alta de Entre Ríos, la legisladora Claudia Gieco, fue quien agradeció especialmente a Cecilia Zampettini por la donación de esas tierras ubicadas en la zona de ingreso a la localidad del Departamento Colón, de 3,76 hectáreas de superficie.
Inicio de una nueva etapa
“Somos muy nuevos y estamos aprendiendo muchas cosas sobre la marcha” reconoció Víctor Sapattini de “Juntos por el Cambio”, entrevistado telefónicamente para El Entre Ríos, a pocos meses de haber entrado en funciones como presidente de la Comuna de Arroyo Barú, tras varios años del peronista Guillermo Urribarri al frente de la localidad.-¿Con qué se encontró al asumir el gobierno?
-A la Junta la recibimos bien, ordenada. No había deudas, al menos, entonces eso nos permitió iniciar bien la gestión. Sí tuvimos para trabajar mucho sobre las maquinarias, porque muchas no estaban bien y no se estaban utilizando.
-¿Cuál es la situación del parque vial?
-Se arregló todo. Teníamos un tractor, que estaba prácticamente partido al medio y se lo hizo entero a nuevo. Otro tractorcito de cortar pasto, que tampoco se lo usaba, se arregló para ponerlo en funcionamiento.
Ahora, compramos una motoniveladora, que cambió mucho el pueblo porque es una máquina súper utilizable y hace un trabajo bárbaro, así que bien y contento porque vamos consiguiendo cosas y otras mejoran.
En cuanto a obras, se arregló toda la luminaria del pueblo: había más de 40 luces que no funcionaban, que se arreglaron y se sumaron otras más, inclusive.
-¿Cómo están haciendo frente a la pandemia del Covid-19?
-Venimos haciendo muchos controles, con un total de 58 vecinos que se sumaron para cubrirlos todos los días, entonces hay dos personas cada dos horas de turno. También armamos un arco de desinfección y nos pudimos organizar bien con los comerciantes para recibir a los proveedores que vienen de afuera, tratando de evitar riesgos.
Y la gente tomó conciencia. Acá también se hizo una reunión organizativa con las instituciones y la gente del criadero de cerdos, que da trabajo al 70 u 80 por ciento del pueblo. Al tapabocas ya lo tienen incorporado, al igual que al distanciamiento social; al estar todos tan comprometidos con la causa, hablan sobre los cuidados cada uno en sus casas.
Muy agradecido con la gente de Arroyo Barú, que se haya mostrado tan solidaria frente a este tema. Ojalá, en otros lugares, tengan la misma suerte que tenemos acá de contar con tanta gente de civil, participando tan activamente en los controles.
También estamos atendiendo muchas necesidades de la gente, escuchando y viendo la manera de ayudar.
-¿Otras necesidades, proyectos o gestiones?
-Le acabamos de presentar un proyecto al senador (departamental Colón, Mauricio) Santa Cruz para recuperar la radio del pueblo, que funcionaba dentro de la escuela, hasta que un día de tormenta se cayó la antena con la estructura que la sostenía y eso afectó otros materiales también, que son costosos de conseguir.
