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Maqueta del Centro de Atención Integral
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En la manzana ubicada entre Javier Kuttel, Centenario, Estrada y Pueyrredón de Villa Elisa apenas se pueden ver los cimientos de un edificio que se está empezando a construir. Pero la historia detrás de esa construcción se inicia dos décadas atrás. El Centro de Atención Integral para Personas con Discapacidad “Manos Amigas” comenzó a gestarse con el objetivo de albergar a exalumnos de la Escuela de Educación Integral Nº 29 “Centenario” cuando tengan edad avanzada y no tengan familiares que los puedan contener.

La idea de crear el Centro de Atención Integral surgió “hace muchísimo tiempo”, incluso antes de la creación de la Escuela Nº 29. Susana Lambert, tesorera de la Asociación Cooperadora, le contó a El Entre Ríos que Margarita Trigo, actual presidenta, “vio en un diario de la provincia de La Pampa un proyecto similar, en donde pretendían en una primera instancia crear una escuela especial, luego talleres y cerrar con un hogar para esos adultos con discapacidad”.

Ante la demanda de algunos padres con hijos en edad escolar, que debían mandarlos a Hodima o a Colón porque no contaban con un espacio en la ciudad; se conformó una comisión con el objetivo de concretar el primer objetivo. Rubén “Nino” Charrier, actual secretario, expresó que “los padres junto a militantes sociales de la ciudad empezaron a movilizarse y lograron la creación de la Escuela Nº 29. El 10 de agosto de 1989 empezaron las clases. Y la comunidad eligió ‘Centenario’ como nombre porque se acercaban los cien años de la ciudad”.

Después de la creación de la escuela, esta asociación civil sin fines de lucro, continuó trabajando. Tal vez, de forma silenciosa, pero siempre con un objetivo muy claro: la creación del hogar. Esto obedeció a una cuestión cronológica: esos chicos, que motivaron la creación de la escuela, iban a crecer. Y eso fue lo que sucedió. “En Villa Elisa, tenemos chicos que fueron primeros alumnos de la Escuela N° 29 en el año 89 o 90, que hoy están yendo a Hodima, porque acá no hay nada”. Este último objetivo implica que estas personas adultas con discapacidad “no solamente tengan un lugar para residir, sino también servicio educativo, artístico, deportivo, social, laboral”, agregó Charrier.
Manos amigas
En un inicio, trabajaban bajo el nombre de Asociación Cooperadora. Pero muchas veces esta denominación se superponía con la de la Asociación Cooperadora propiamente dicha de la Escuela Nº 29. “Si bien no era un gran problema –dice Susana Lambert– era importante cambiarlo para que la gente no se confundiera”.

En relación al nombre elegido, comentó: “Nosotros queremos que este espacio sea significativo, tanto para las personas que van a convivir ahí: que van a estar alojadas, trabajando o concurriendo a los talleres; y que sea cálido, que tenga un significado. Nos pareció que esta expresión ‘Manos amigas’, nos permite acercarnos a la gente, acercarnos a ellos, y que ellos estén integrados en la sociedad”.
Una construcción sustentable
El edificio, que comenzó a construirse en terrenos que habían sido donados –en su momento– por el Obispado de Concordia, será de 1550 metros cuadrados cubiertos.

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El arquitecto Hernán Cáceres, que acompañó en todo momento esta tercera etapa, diseñó la obra tratando siempre de interiorizarse con los adelantos tecnológicos y apuntando a realizar una obra sustentable. “Sabemos que es una obra de mucho costo en cuanto a la construcción”, expresó Susana Lambert y, en el mismo sentido, Rubén Charrier agregó que “lo que no queremos es que el edificio después sea inviable desde el mantenimiento; preferimos demorar un tiempo más la construcción, pero que sea lo más amigable con el medio ambiente y que tenga el mantenimiento mensual más bajo”.

El edificio, contó Nino Charrier, “se va a construir con un ladrillo ultra liviano, que es muy térmico y permite cuidar la temperatura interior. Además, se van a utilizar aberturas de alta prestación, las que tienen doble vidriado hermético. Todos los aislantes necesarios para que, si bien se gastará más en la inversión inicial, después el mantenimiento del edificio será más económico y amigable con el medio ambiente”.

Es por eso que, por idea del arquitecto, se buscaron formas de utilizar energías alternativas, aprovechar el agua de lluvias y conservar las temperaturas.

El agua. Los techos terminarán en una conversa generosa, en donde cae el agua de lluvia. “Vamos a tratar de acopiarla para usarla en la huerta”, dice Charrier.

Energía solar. El agua de los baños y de la cocina se va a calentar con energía solar. La iluminación también va a realizarse gracias a energía generada a partir del sol. “La electricidad para las heladeras y todo lo demás, no; porque si bien se puede hacer, hay que almacenarla en baterías y estas contaminan más, porque cuando se agotan hay que tirarlas”, comentó el secretario de la Asociación.

“Vamos a tener una charla con un hombre de San José que tiene una trayectoria muy importante en la parte de energía solar”, agregó.

Calefacción. “Con agua caliente podés generar calefacción por la loza radiante que se coloca abajo del piso. Si a esa agua la calentas con electricidad o gas, pagás una fortuna y es imposible”, comentó Charrier.

Iluminación. “Cuando nosotros empezamos las luces led no existían. Ahora es todo con iluminación led porque el consumo es mucho más bajo y tenés mejor iluminación. Con paneles solares podés tener iluminación led", dijo Charrier.
El edificio
“Desde que empezamos con la planificación del edificio eran 800 metros cuadrados y se fue avanzando, se agregaron sectores que no estaban, se fueron ampliando algunos que entendimos que eran muy pequeños y bueno se terminó con una superficie de 1550 metros cuadrados”, comentó Nino Charrier.

Contará con un área administrativa, cuatro aulas taller de dimensiones importantes, un pequeño gimnasio, una sala de kinesiología para la rehabilitación de las personas, enfermería, cuatro gabinetes para que atiendan asistentes sociales, fonoaudiólogos, kinesiólogos, el área gastronómica –una cocina con un depósito importante para toda la mercadería–, un lavadero importante y el área de residencia propiamente dicha. Contará con tres módulos, cada uno de los cuales tiene dos dormitorios para tres personas cada uno, un baño y un living.

“La cuestión edilicia –aclaró Charrier– está totalmente reglamentada, no podés hacer cualquier cosa. El dormitorio tiene que tener una superficie mínima, el cielo raso una altura no menor a 2,60 metros, y la distancia al baño no mayor a… las puertas, la ventilación, los materiales, dónde tienen que estar los enchufes… eso está todo legislado”.
A cuántas personas va a afectar este proyecto
El área de residencia podrá recibir entre 16 y 18 personas. “18 personas sería el tope, pero siempre se aconseja tener un dormitorio libre, porque vamos a suponer que entra una persona que reside allí en crisis, que tenga algún problema, hay que separarlo, por diversas causas, porque tenga una enfermedad transitoria, porque tenga un problema respiratorio y toda la noche esté tosiendo… Entonces lo podés, no aislar, pero que esté en un dormitorio solo”, explicó.

Por otro lado, los talleres van a ser abiertos. “La cantidad de personas va a depender de la cantidad de talleres que podamos tener”, manifiestó Susana Lambert; y agregó “yo creo que rondaríamos en las 50 o 60 personas que pudieran concurrir. También la misión de estos talleres, además de generarles un espacio de preparación, es tratar de generar un ida y vuelta con la sociedad y que las personas que estén en condiciones puedan ser incluidas o puedan ser integradas al mercado laboral de empresas, del municipio, para que en algunos horarios ellos puedan desempeñarse”.
Logros alcanzados
Por ahora, “lo único garantizado que tenemos es que tenemos pago los cimientos. Tenemos la plata para terminar de pagarlos. Y ahora estamos viendo cuando nos sale toda la otra etapa, que es la de pared. Hemos recibido aportes del gobierno de la provincia para lo que fue la brosa y movimiento de suelos. Eso lo pagó la provincia. Ese subsidio ya se rindió”. Ahora queremos que nos den una mano. Le hemos entregado el proyecto a Marcelo Monfort, con el presupuesto final, queremos que nos de una mano para las paredes.

“Logramos, por lo menos de manera transitoria, pero esperamos que sea permanente, que la AFIP nos eximiera del impuesto a las ganancias. Pagábamos el 35%, como un gran contribuyente”, explicó Nino Charrier. Y agregó además que “la Municipalidad nos eximió de todos los terrenos que teníamos nosotros, de toda la deuda que teníamos, que era bastante importante, y mientras sean de la propiedad de la institución también están exentos".

Además, durante la primera quincena o durante el mes de abril van a largar una rifa de un terreno y a esos fondos van a destinarlos a la construcción. Además, tienen terrenos a la venta, que están cercanos a la zona del hogar.
Replicas en otros lugares
Según Susana Lambert, distintos lugares de la provincia, sobre todo de la costa del río Uruguay, están interesados en replicar este proyecto.
Fuente: El Entre Ríos

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