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Omar, con Klaus en pantalla de su cine.
Omar, con Klaus en pantalla de su cine.
Omar, con Klaus en pantalla de su cine.
Omar Borcard es ese querido albañil de Villa Elisa que, con sus propias manos, levantó un cine en su casa para los niños de su pueblo. “Cine Paradiso” fue construido dos veces y de él se han escrito varias páginas e incluso el INCAA financió un film que cuenta su historia. Lo que pasó recientemente es digno de otra película de esa que el propio Omar proyecta incansablemente. Al menos tres condimentos lo hacen único: el protagonista y su sala; el hecho de que un gigante de la industria audiovisual lo eligiese y que allí, en un recóndito lugar del mapa entrerriano de poco más de 10 mil habitantes, se preestrenase una película que habla de la Navidad.

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Así ambientaron el pasillo de acceso a la sala. Hasta Omar rompió en llanto al verlo. Agrandar imagen
Así ambientaron el pasillo de acceso a la sala. Hasta Omar rompió en llanto al verlo.
“Klaus” es la mágica historia hecha película por Netflix que llegó al “Cine Paradiso” de Villa Elisa. “Hay historias tan mágicas que nos llenan de esperanza. La de Omar de Villa Elisa (Entre Ríos) es una y se parece mucho a la de Klaus”, resumió la empresa nacida en Estados Unidos.

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En el cine de Villa Elisa fue el preestreno de la última película sobre Klaus. Agrandar imagen
En el cine de Villa Elisa fue el preestreno de la última película sobre Klaus.
Los próximos 2 minutos y 39 segundos serán precisamente eso: magia, un perfecto ida y vuelta entre el Klaus de la ficción y ese otro “Klaus”, un poco más flaco y sin barba, bien real y entrerrriano. En 5 días esa publicación tiene casi 60 mil reproducciones en la red social Facebook y fue compartido más de 1500 veces.
Entonces, la sala que por segunda vez fue inaugurada en 2011, volvió a vestirse de fiesta y emocionó a Omar, el mismo al que cuando le preguntan por qué construyó dos veces el cine en su pueblo, responde: “Mi objetivo es rescatar los chicos de la calle. No quiero que se quede nadie afuera. Sólo se cobra una entrada simbólica y quien no puede pagar pasa igual".
Fuente: El Entre Ríos.

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