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El puesto de SENASA ubicado en la Autovía Artigas, a la altura de Cerrito, casi en el límite entre las provincias de Entre Ríos y Corrientes, es el lugar elegido para reforzar durante este fin de semana largo de carnaval las acciones de prevención contra el HLB, una grave enfermedad que amenaza a la citricultura argentina y que ya afectó al 30% de esta actividad en el mundo.

“Vamos a dar a conocer a los viajeros información sobre el HLB” adelantó Roger Flores, integrante del equipo de SENASA Concordia. El organismo, junto a Federcitrus y con el acompañamiento de Coca Cola, impulsan una campaña resumida en el hashtag #MOVETEVOSLASPLANTASNO, con el objetivo de evitar el traslado de plantas sin certificación o sus partes, tanto fuera o dentro del país.

“Disfrutá del viaje y cuidá los cítricos del país evitando su traslado” es una de las consignas que puede leerse en la folletería, lo mismo que en una bolsa para auto que se obsequiará a los automovilistas, con ilustraciones en las que predomina el color naranja.

Otro texto aporta mayores precisiones al explicar que “el HLB afecta a los cítricos y plantas ornamentales” y al efectuar estas recomendaciones: 1) Asegúrate que las plantas que adquieras tengan la certificación del INASE y su Documento de Tránsito Vegetal (DTV-e); 2) Evitá el traslado de material vegetal y sus partes; y 3) Está prohibido el ingreso de plantas desde el exterior del país.
Los monitoreos son fundamentales
“El HLB es una enfermedad que ataca exclusivamente a los cítricos. A diferencia de otras enfermedades que permiten seguir produciendo, en el caso del HLB, una vez que ingresa, la planta muere”, advirtió Flores. Explicó que el “vector transmisor del HLB es la diaforina citris, un insecto que se encuentra distribuido en toda el área citrícola del NEA”. Precisó que “desde el 2010 hasta la fecha, estamos realizando monitoreos desde el SENASA. Entre insectos y material vegetal, al laboratorio se han enviado más de 21.000 muestras. Las primeras detecciones fueron en insectos en estado ninfal. Después, pasado el tiempo, aparecieron los primeros síntomas en plantas”, admitió.

El funcionario de SENASA remarcó que esos monitoreos son “fundamentales” y consideró indispensable que cada productor se comprometa a controlar sus propias plantas. “Nosotros, con el personal que contamos desde SENASA, en la zona de Federación hacia el norte tenemos sólo 5 personas. En la zona sur tenemos otras tres para los monitoreos. En la citricultura de Entre Ríos hay 36.000 hectáreas que controlar. Desde el SENASA no podemos abarcar todo. De ahí la importancia de que el productor se involucre y realice los monitoreos, sin esperar a que desde Senasa vayamos a hacerlo”, insistió.

Flores resaltó que para prevenir lo primero es “conocer la enfermedad. No tenerle miedo, pero sí conocerla. No sólo que la conozcan los productores sino también la población en general. Desde SENASA, estamos dando capacitaciones en las escuelas, a productores y a público en general”.
Imprescindible: sólo plantas certificadas
Otra exigencia innegociable pasa por emplear exclusivamente plantas certificadas. “Cuando un productor o cualquier vecino quiera adquirir una planta, debe ser certificada. De otro modo, se corre el riesgo de que la enfermedad ya esté en la planta adquirida y sea transportada, porque los síntomas recién se van a manifestar después de un tiempo”, explicó.

Flores enfatizó que el uso de plantas certificadas “no sólo es una exigencia para el productor sino también para cualquier vecino que vaya a plantar un cítrico en su jardín. Debe comprar plantas certificadas. Porque el insecto vector se encuentra también en las zonas urbanas y va a dispersar la enfermedad a toda la región a partir de ese árbol plantado en el patio de una casa”, alertó.

Aclaró que el HLB “no afecta a las personas. Mata a la planta, mientras al fruto lo deforma, queda de un tamaño menor, la cáscara se engrosa, la semilla se aborta y el sabor es muy ácido, horrible”.

Flores precisó que con motivo del fin de semana largo de carnaval, SENASA aprovechará el puesto permanente que tiene sobre la Ruta 14, en Cerrito, en el límite de Entre Ríos y Corrientes, para “dar a conocer a los viajeros información sobre el HLB”.

Se trata de un corredor que limita con Brasil, país donde el HLB ya ha hecho estragos. “La enfermedad está en tierras brasileñas, al menos desde 2004, cuando se dio a conocer. Desde ese año hasta 2019 erradicaron más de 50 millones de plantas. Fueron eliminadas. Para entender la dimensión que adquirió el problema en Brasil, sirve tener en cuenta que toda la citricultura de Entre Ríos dispone de aproximadamente 15 millones de plantas”, detalló. “El otro país cercano con HLB es Paraguay, donde también están erradicando”, agregó.

“Tenemos que sumarnos todos para sacar adelante la citricultura, salvándola de esta enfermedad, porque muchas familias dependen de ello”, concluyó el referente de SENASA Entre Ríos.

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