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El edificio “Torre Cóndor” es uno de los más costosos y modernos del Parque “Urquiza”. Se terminó de construir a mediados de 2019 y ya está todo vendido. Los departamentos cuestan entre 200 y 400 mil dólares, escribió Daniel Enz que añadió: fueron construidos por dos empresarios imputados por delitos de corrupción, un año después de la Cumbre del Mercosur, en sociedad con otros hombres del poder de Paraná.

Este jueves volvió a salir a la calle la revista “Análisis”, la primera versión impresa de 2021. En portada, precisamente, está el edificio del que habla el director de este medio periodístico. El título: “Plata Dulce”.

A continuación, El Entre Ríos transcribe un fragmento de la publicación:

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El Fideicomiso Alma del Parque se conformó en 2015. En absoluto silencio y sin demasiado movimiento externo, se volvieron a juntar aquellos de los que ANÁLISIS revelara varios años atrás, para proyectar un edificio sobre calle Catamarca al 683, donde se invirtieron más de 2 millones de dólares y se construyó una torre de 14 pisos, en 3.500 metros cuadrados de superficie. Los últimos pisos se vendieron a alrededor de 400 mil dólares cada uno; los demás, de dos dormitorios hasta el octavo piso, unos 200 mil dólares. Había plata fresca quizás proveniente del Estado entrerriano tras la denominada Cumbre del Mercosur, donde entre Miguel Marizza y Néstor Iván Szczech se alzaron con más de 7 millones de pesos, el equivalente a más de 800 mil dólares en ese entonces. Eso fue lo que la justicia consideró que el gobierno entrerriano les pagó a ambos empresarios como sobreprecio por las diferentes operaciones realizadas en la logística del encuentro internacional desarrollado en Paraná a fines de 2014, cuya causa aún espera tener un final para fijar fecha de juicio oral. Pero en función de las permanentes apelaciones y chicanas de los abogados de los empresarios imputados, no habrá juicio en 2021 y quizás pase a 2022. O sea, ocho años después de los hechos.

No obstante, nadie desconoce la serie de negocios con la construcción que vienen desarrollando ambos referentes inmobiliarios en Entre Ríos, en especial en las administraciones urribarristas, por lo cual habrán contado con dinero suficiente para la concreción de la millonaria inversión.

Los dueños del flamante y coqueto edificio, ubicado a escasos metros del histórico Rosedal del Parque Urquiza, son casi todos los integrantes de la denominada empresa Construyendo Sociedad Anónima, que estaba integrada por la firma Caballi -que lidera Marizza-; el mencionado Szczech; Jorge Coco Abraham Mizawak -padre de la expresidenta del STJ entrerriano, Claudia Mónica Mizawak-; Marcelo Javier Tórtul y Claudio Tórtul. Estos últimos, por muchos años condujeron la empresa de seguridad El Guardián, con importantes negocios en el segundo gobierno bustista -en función de estrechas relaciones con el excajero Oscar Mori-, lo que se profundizó también en el urribarrismo y hoy son quienes comandan el Rowing Club.

Mizawak padre -que en octubre cumplirá 87 años- siempre se dedicó al negocio inmobiliario, por lo cual amasó una importante fortuna en la compra de lotes en Paraná y adyacencias, como así también innumerables propiedades. Los registros oficiales indican, en la actualidad, que tiene más de 200 inmuebles en la capital entrerriana, entre casas y lotes. O sea, una verdadera fortuna.
Fuente: Análisis Digital.

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