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El nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, enfocó el mensaje de su discurso inaugural en la necesidad de superar la polarización política y lograr una mayor unidad nacional. “Si lo logramos, no fallaremos”, expresó el 46° mandatario del país norteamericano.

“A todos los que no nos apoyaron, les hago esta promesa. Seré el presidente de todos los estadounidenses”, expresó desde el Capitolio. “La historia, la fe y la razón nos muestran el camino, que es el de la unidad. Debemos ver al otro no como adversario, debemos verlo como vecino”, agregó.

Biden aseguró a su vez que ese abordaje será clave para enfrentar la pandemia. “Estamos entrando en el período más duro y mortífero de la pandemia. Debemos dejar la política de lado y enfrentarla como una nación”, dijo, antes de pedir un momento de silencio para honrar a las más de 400.000 personas que han muerto en el país norteamericano.

El mandatario también hizo referencia a la invasión de partidarios de su predecesor, Donald Trump, en la sede del Poder Legislativo. Aseguró que “la democracia ha prevalecido” y se comprometió a “derrotar el terrorismo doméstico y el supremacismo blanco”. Y en una velada referencia a quienes instigaron a la turba, dijo: “Está la verdad y hay mentiras. Mentiras que se dicen para ganar poder y dinero”.

En esa línea, envió un mensaje a “aquellos del otro lado de la frontera”. “Estados Unidos ha sido probado y emergió más fuerte. Repararemos nuestras alianzas. No para enfrentar los desafíos de ayer, sino los de hoy y mañana. Lideraremos no a través del ejemplo de nuestro poder, sino del poder de nuestro ejemplo”, agregó.

A las 11.20, hora de Estados Unidos, comenzó la ceremonia en la plataforma del Capitolio. Los primeros discursos fueron de los senadores Amy Klobucher (demócrata) y Roy Blunt (republicano).

El acatamiento del uso de mascarillas fue total durante todo el acto, según mostraron las imágenes de la transmisión oficial. Solo eran retiradas por aquellos que dieron discursos. También hubo distanciamiento entre los asientos de la mayoría de los invitados.

A las 11.35 Lady Gaga cantó el Himno Nacional de Estados Unidos, y minutos después Kamala Harris juró como vicepresidente de Estados Unidos. Es la primera mujer en ocupar el cargo.

Posteriormente, Jennifer López ingresó para una presentación musical. “¡Una nación, bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos!”, exclamó en español durante su interpretación.

Luego, a las 11.48, el titular de la Corte Suprema de Estados Unidos, John Roberts, fue invitado al escenario para juramentar a Joe Biden y minutos después, acompañado por su familia Biden juró como nuevo presidente.
Los primeros decretos de Biden
En su primer día al frente del Poder Ejecutivo, Joe Biden firmó 17 decretos que revierten políticas de su predecesor, Donald Trump. Entre ellos se destacan acciones relativas al cambio climático, la inmigración, la justicia racial y la pandemia.

En concreto, Biden determinó la vuelta de los Estados Unidos al Acuerdo de París, el principal instrumento multilateral de lucha contra el cambio climático, y levantó la prohibición de vuelos de ciertos países mayoritariamente musulmanes.

En su primer contacto con la prensa desde el Salón Oval, Biden afirmó que el país “va a volver al Acuerdo de París a partir de hoy”. “Vamos a combatir el cambio climático de una forma que no habíamos intentado hasta ahora”, dijo.

También requirió el uso de mascarillas “donde yo tenga autoridad” y la necesidad de mantener la distancia social en las propiedades del gobierno federal.

El gobierno entrante ya había anticipado su voluntad de llevar a cabo esas acciones antes de la toma de posesión. Un memo del jefe de gabinete de Joe Biden, Ron Klain, dirigido a los principales funcionarios del nuevo gobierno demócrata, dijo que el objetivo era abordar “cuatro crisis que se superponen y se agravan: la crisis de COVID-19, la crisis económica resultante, la crisis del clima y una crisis de igualdad racial”. Todas, subrayó, “exigen una acción urgente”. Por eso apenas asuma el cargo, y durante la primera semana a 10 días, Biden tomará “medidas decisivas” contra las cuatro y también “para prevenir otros daños urgentes e irreversibles y restaurar el lugar de los Estados Unidos en el mundo”.

Klain —quien fue jefe de gabinete durante la vicepresidencia de Biden y coordinó la respuesta al ébola nombrado por Barack Obama— mencionó el legado del mandatario saliente: “El presidente Biden actuará no solo para revertir los daños más graves del gobierno de Trump sino también para que el país comience a progresar”.

Estas medidas también aspiran a crear un clima de trabajo político al que luego se sumará el Congreso, que también quedó en manos demócratas, con aquellas otras cuestiones que requieran de acciones legislativas. Antes del fin de enero, Biden también presentará propuestas en Capitol Hill, según Klain, como “el proyecto de ley de inmigración que enviará en su primer día en el cargo; la propuesta de recuperación para crear millones de empleos sindicalizados y bien remunerados que dará a conocer en las próximas semanas y su continuo apoyo a las normas sobre derecho al voto, salario mínimo y el combate de la violencia contra la mujer”.

Además de las dos medidas mencionadas, otro decreto evita las ejecuciones hipotecarias y los desalojos generados por la crisis del COVID-19 e impone el uso de cubrebocas en los viajes interestatales y dentro de los edificios federales. También extiende la moratoria de los pagos a los créditos para la educación universitaria, que constituyen una importante deuda que los estudiantes se llevan, junto con el título, al graduarse.

Si bien Klain reconoció que el “pleno cumplimiento” de la agenda política del nuevo gobierno necesita que el Congreso aprueba una ley de asistencia de USD 1,9 billones y que un plan de inmigración también requiere una reforma parlamentaria, otras varias acciones se pueden impulsar por órdenes del poder ejecutivo y beneficiar mientras tanto a muchas personas: según el memo, por ejemplo, más de 25 millones de estadounidenses corren el peligro de quedarse sin techo por la crisis.

“Quiero ser claro: la teoría legal detrás de los decretos está bien fundamentada y representa una restauración de un papel adecuado y constitucional del presidente”, escribió el jefe de gabinete. Aludía así a que muchas de las órdenes ejecutivas que emitió Trump fueron cuestionadas en los tribunales (algunas resultaron bloqueadas) y a que el propio Biden subrayó sus límites durante la campaña 2020: “No se puede hacer mucho con decretos. Es necesario generar un consenso”.

Con un senado ajustadísimo (48 demócratas, 50 republicanos y 2 independientes que a los efectos electorales compiten dentro del flamante partido gobernante, Bernie Sanders y Angus King) Biden tendrá que trabajar mucho para que los republicanos no bloqueen la legislación, en particular porque los demócratas impulsaron el impeachment de Trump. Ya muchos han cuestionado la necesidad de otorgar mayor ayuda económica a la ciudadanía (el segundo cheque que aprobó el Congreso, recientemente, fue de USD 600) y se han manifestado contra el aumento del gasto federal.

Se espera que Biden también cree un camino a la ciudadanía para unos 11 millones de inmigrantes sin documentos; que devuelva el estatus legal —y reinstale también el camino a la ciudadanía— a cientos de miles que estuvieron bajo la protección de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) porque ingresaron ilegalmente mientras eran menores de edad, llevados por sus padres. “Probablemente también cubrirá a ciertos trabajadores esenciales de la primera línea, muchos de los cuales son inmigrantes”, agregó Cloud.

También se expandirán las pruebas de COVID-19, se acelerará la estrategia de vacunación y se impulsará la reapertura de escuelas y comercios. Biden “ordenará a las agencias de su gabinete que actúen de inmediato para brindar ayuda económica a las familias que sufren el grueso de esta crisis”, agregó Klain. Adicionalmente extenderá la política de “compra estadounidense” (una provisión para que los organismos gubernamentales compren bienes y contraten servicios realizados localmente), impulsará “la igualdad y el apoyo a las comunidades de color” y ampliará el acceso a los seguros médicos.

Aunque no está incluido en el memo de Klain, Mic informó que es probable que en sus primeras 24 horas en la Casa Blanca Biden cancele el permiso para el oleoducto Keystone XL, de más de 1.500 kilómetros, que había sido cancelado por los tribunales y fue una de las primeras órdenes ejecutivas que firmó Trump en 2017.
Fuente: Infobae

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