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Delicia Masvernat, un ejemplo para imitar
Delicia Masvernat, un ejemplo para imitar
Delicia Masvernat, un ejemplo para imitar
Su nombre aparece cientos de veces en los portales de noticias, asociado a uno de los grandes hospitales de la costa del Río Uruguay. Pero, habrá que reconocer que muy poco sabemos de esta mujer llamada Delicia Concepción Masvernat.

El próximo 4 de Junio se cumplirán 80 años desde su deceso. Un aniversario que sirvió de excusa a la Profesora Elisa Rey para escribir esta imperdible semblanza, que El Entre Ríos y sus lectores agradecemos de corazón:
Delicia Concepción Masvernat, “Totón”
Recién estrenado el Siglo XX, nació una correntina que llegaría a ser una mujer especial; vivió y murió en Concordia. Pocos conocen la distinguida y encantadora personalidad de Delicia Concepción Masvernat.

Nació en Empedrado, Corrientes, el 15 de julio de 1901.

Empedrado es una ciudad, un pueblo típico correntino, recostado sobre el Río Paraná, a unos 50 km de Corrientes, Capital, sobre la Ruta 12. Con geografía singular, agreste, con montes no muy tupidos con altas barrancas trabajadas por los vientos y las lluvias, hasta tiene una especie de "cañón” surcado por el río Empedrado que vierte sus aguas en el Paraná, un poco al norte del pueblo.

Empedrado hoy no llega a tener 10.000 habitantes, si bien ha tenido buen crecimiento poblacional en los últimos años. Además de ostentar título de Perla del Paraná por su belleza y los eventos que realiza, especialmente relacionados con la pesca deportiva y los festejos de la fiesta de su Patrono, el 14 de setiembre de cada año, ya se apresta a celebrar el bicentenario de su fundación oficial, en 1826. Construido sobre un pueblo anterior, empezó siendo "una ranchería con una plaza y dos calles, alrededor de una Capilla dedicada al Señor Hallado, según datos de Turismo e Historia de la Provincia. Típico pueblo tradicional del noroeste correntino, conserva mucho de su arquitectura original, así como sus devociones, especialmente al Cristo que se encontró, por casualidad, en la copa de un árbol.

Los padres de Delicia fueron oriundos de la zona, al igual que sus hermanos, cinco mujeres y dos varones. El padre, Don Ramón Masvernat, de ascendencia catalana, era telegrafista en el Ferrocarril, que unía la provincia de Corrientes con Misiones y Entre Ríos. Según relatos familiares, se sabe que tenía carácter estricto y reservado. Su madre, doña Adela Gómez de Masvernat, dedicada a su hogar y a la atención de su familia. Se había casado en Empedrado, en la Capilla del Señor, el 02 de julio de 1896.

Por razones laborales, la familia debió trasladarse a Monte Caseros (Corrientes) y luego a Concordia. En 1922 se domiciliaban en calle Rivadavia 613, según una agenda social de la época.

Delicia Concepción, “Totón” para su familia y amigos, supo desde adolescente, de las penurias de distintas enfermedades; desde escarlatina hasta cáncer de páncreas, en el final de sus días. Falleció el 4 de junio 1940, un mes antes de cumplir treinta y nueve años...

Era admirable su fortaleza. La lectura de su diario personal, que ha llegado a través de un libro escrito por un fraile capuchino, su confesor amigo, nos revela algunos datos de esta virtud. Profundamente religiosa y tal vez por eso muy humana. Capaz de sentir con el prójimo, especialmente el más desvalido, abandonado, o necesitado, ya sea el del Barrio El Paredón como los miembros de su familia. Hoy diríamos que lograba con todos una empatía perfecta. Amó la vida propia y ajena. El darse a los demás fue su razón de ser... a su familia, a su padre y hermanas, especialmente cuando falleció su madre; a los enfermos del Hospital Felipe Heras, los más pobres de aquellos tiempos en que los recursos eran escasos, las mutuales no existían y los especialistas en salud eran todos socialmente conocidos por ser pocos y no alcanzaban a cubrir la demanda de una población importante y una campaña extendida.

Profundamente religiosa, católica, no hacía ostentación de esta condición. Admiraba a María Magdalena, la del Evangelio, por su condición de pecadora superada por su gran amor a Cristo, su "Señor". Si hasta llegó a escribir: ¿Qué hubiera sido de la Samaritana, de la Magdalena, si Jesús hubiese sido como somos ahora, nosotros católicos, que en vez tender la mano al caído nos horrorizamos, y por temor de manchar la nuestra, no le tendemos mano?

En algún momento pensó en ser religiosa... le atraían las Hermanas de Caridad para poder estar más tiempo con los enfermos o ser Religiosa Adoratriz ya que esta Congregación es de media clausura y ella amaba el silencio religioso.

Nada de esto hizo... ella misma dice que estaba considerando todas estas posibilidades cuando se le presentó la imagen de la Sala de hombres del Hospital Felipe Heras, considerados, especialmente, los más necesitados de atención y cariño. Entonces estudió Enfermería, concluyendo sus estudios con Medalla de oro, la que ostentaba como una verdadera alhaja.

Así era Totón Masvernat. Una mujer singular, como las barrancas de Empedrado; humana como la Magdalena; buena "hija de familia" como ella misma decía que aspiraba a ser...

Profesora Elisa Matilde Rey
Fuente: El Entre Ríos - Elisa Rey

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