“Este es un taller familiar en el que procesamos la lana para el hilado y el tejido con el que confeccionamos las prendas, desde ponchos y ruanas hasta mantas y guías de cama”, contó Mingo y comentó que trabajan con “lana de oveja y de llama, y tintes naturales”.
“Es lana cruda que proviene de la esquila y se hila en la máquina. Y en todas las prendas hay trabajo de los porque uno lava la lana y el otro la hila, o uno teje y el otro ata los nudos”, destacó Blanca.
Consultada a la artesana cómo surgió el proyecto, ella repasó: “Desde siempre tejí al crochet y con dos agujas; también hice el hilado en huso y después con la rueca, que me confeccionó mi marido; él es el experto en telar que me enseñó y, desde entonces, dejé las agujas y comencé a tejer en telar, que es lo que nos llevó a vender más porque nuestras prendas han ido hasta Alemania porque se utilizan como regalos empresariales”.