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En el edificio funcionan dos escuelas ubicadas en zona rural en el departamento Gualeguaychú: la Escuela Secundaria N°21 Esteban Piacenza y la Escuela Primaria N°64 Rivera Indarte. El edificio que comparten está emplazado donde comienza la calle 9 de la Colonia El Potrero, a escasos metros de la Ruta Internacional 136, que conecta con la República Oriental del Uruguay.

Unos estudios bromatológicos que se hicieron en 2018 por parte de la Municipalidad de Gualeguayuchú determinaron que el agua del pozo no era apta para el consumo humano. En julio de ese año, el entonces director departamental de Escuelas, Héctor de la Fuente –ya fallecido- admitió públicamente la existencia de ese problema. “Estamos viendo cómo resolver el problema definitivamente”, dijo entonces.

Recién en mayo de 2022, el Gobierno provincial licitó y adjudicó la obra de casi $2 millones, pero la empresa se niega a ejecutarla sin una actualización en el monto. Aquello que se planteó como una contingencia, se convirtió en una constante para alumnos, docentes y padres de las dos instituciones que allí funcionan.

En 2018, cuando surgió el inconveniente con el agua, la solución transitoria fue la entrega de bidones de agua para llevar a cabo las tareas de higiene y para abastecer a docentes y alumnos. Cuatro años después, todo sigue igual aunque con pandemia y algunas gestiones de por medio.
Ante la falta de agua potable, previo al aislamiento social, preventivo y obligatorio que rigió en el momento más duro de la pandemia, los alumnos perdieron incontable cantidad de días de clase. El regreso a las aulas fue en las mismas condiciones, aunque con algunas promesas del Gobierno provincial.

Finalmente en mayo de este año -cuando los chicos llevaban cursando tres meses del actual ciclo lectivo sin soluciones concretas- “el Gobierno de Entre Ríos licitó y adjudicó la obra por casi 2 millones de pesos a una empresa que se niega a iniciar las tareas pertinentes hasta que no exista una actualización en los montos de manera acorde a la situación económica vigente”, según explicaron fuentes provinciales a R2820 Radio.

Mientras tanto, las comunidades educativas de las instituciones que allí funcionan -Escuela Secundaria N°21 Esteban Piacenza y Escuela Primaria N°64 Rivera Indarte- son rehenes del forcejeo entre el Estado provincial y la empresa privada. Se trataría de una tercera perforación, ya que las anteriores fueron infructuosas por la falta de profundidad y estructura para obtener agua potable.

¿En qué consiste la obra? En “la colocación de una electro-bomba, la instalación de reserva con su correspondiente torre, una perforación de 85 metros a una segunda napa y la colocación de caños galvanizados, además de una línea eléctrica subterránea”, se informó.

Fuentes vinculadas a una de las instituciones escolares confirmaron que “si bien desde la escuela y la Departamental de Escuelas se está gestionando todo el tiempo, no alcanza para destrabar esta situación. El titular de Obras Sanitarias de la Provincia, Jorge Luis Trupiano, se comprometió a que iban a poner la diferencia económica que reclama la empresa para que la obra empezara, pero nada de esto aún ocurre y la situación es insostenible”.

Más de un centenar de alumnos que concurren al establecimiento rural emplazado en aquel vértice de Costa Uruguay Norte -ya que solo la Escuela Secundaria Esteban Piacenza tiene 104 chicos matriculados- asisten a clases con bidones de agua, al igual que los docentes, contando a veces con la ayuda de la Junta de Gobierno que iba a abastecer la cisterna portátil “Solo por dos meses, hasta que el tema fuera resuelto”.

Hay que hacer el ejercicio mental de pensar en lo que significaría permanecer en los hogares o en los trabajos -o incluso en otras escuelas a las que asisten hijos, familiares o vecinos- sin acceder al agua potable durante 7 meses de manera ininterrumpida. Pensar en que esa carencia no depende de lo que puedan garantizar particulares, sino que responde directamente al cumplimiento de un derecho que está siendo vulnerado por el Estado. Seguramente el resultado de ese ejercicio mental no es otra cosa que un profundo sentimiento de abandono.

Frente al inminente incremento de las temperaturas, las preocupaciones de padres, docentes y alumnos también aumentan, mientras se organizan para recolectar lavandina, desinfectante de pisos, alcohol en gel y papel higiénico para la escuela. El punto donde se recepcionan los artículos de limpieza es Urquiza 1059 (Gualeguaychú), donde funciona una peluquería que brindará un premio para el sorteo del que participarán todos aquellos que contribuyan con donaciones.
Fuente: R2820 Radio

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