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Abandono, afuera de la cooperativa tambera.
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Germán Molina, ex jefe de planta de la Cooperativa de Tamberos de Gualeguaychú, que presentó quiebra, se refirió al difícil momento que viven los ex trabajadores. Él tiene 44 años, de los cuales 20 pasó en la tambera, trabajando en un lugar que llegó a sentir como propio.
Cotagú no le pagó nada
Como el resto de sus compañeros cobra un seguro por desempleó de 4200 pesos mensuales que ayudan en la economía familiar, aunque el monto que perciben alcanza para unos pocos días.

Señaló que no ha percibido “peso alguno de parte los bienes de Cotagú, vehículos y mobiliario, que se remataron a fines del año pasado”. Después del “remate, la Justicia entró en la feria de enero y hace poco reinició las actividades”, por eso los trabajadores se encuentran ansiosos para que se conozca el resultado de la subasta, lo que se “recaudó en la misma para cobrar algo de los que nos deben y tomar un poco de aire en lo económico”.
Volver al trabajo, difícil
Molina comentó que “sobran los dedos de una mano para contar a los operarios despedidos que consiguieron trabajo formal con todas las de la ley. El resto se las rebusca como puede, cortando pasto, haciendo algún trabajo de albañilería, changas que a veces salen y otras no”, detalló.

Dijo que la situación que atraviesan los ex operarios es muy complicada, sobre todo porque un número importante pasó la barrera de los 40 y 50 años, edad en la que a una persona “se le hace difícil insertarse en un mercado laboral deprimido con empresas que han cerrado sus puertas como Imperial Cord, la Mutual y una serie de despidos en el Parque Industrial”.
Robo de maquinarias
Brindó detalles de la maquinaria fabril que desapareció de la planta que se encuentra bajo la sindicatura del contador Horacio Larrivey. El hecho se habría producido a mediados del mes pasado. El caso recayó en la fiscalía a cargo de la doctora Carolina Costa. El trabajador recordó que el síndico “nos llamó para decirnos que la entrada a la planta fabril había sido violentada y que habían desaparecido unas máquinas”.

“Fui a la fábrica y constaté que habían desmantelado buena parte de las instalaciones. Desaparecieron una máquina desnatadora que se utiliza para descremar la leche y hacer lo que en el mercado se conoce como descremada o queso y un equipo que se utilizaba para distribuir la leche que llegaba de los tambos y se derivaba a las diferentes secciones”, detalló.

Informó que se trata de “equipos grande y muy pesados, que no los desarma cualquiera. Fueron trasladados con sus respectivos tableros, por lo que creemos que quienes efectuaron la tarea sabían perfectamente lo que estaban haciendo”.

Estimó que “en el lugar trabajó más de una persona; cuando había que desarmar las máquinas, personal de mantenimiento trabajaba con un aparejo y un malacate para levantar la Westfalia o la desnatadora Alfa Laval, debido al peso de las dos máquinas que se utilizan con fines industriales en plantas o usinas lácteas de las mismas dimensiones que tenía Cotagú”.

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La planta por dentro, cuando estaba activa la cooperativa que ahora cerró. Agrandar imagen
La planta por dentro, cuando estaba activa la cooperativa que ahora cerró.
Calculan que el valor de lo robado ascendería como mínimo a cuatro millones de pesos, y a pesar que la maquinaría tenía sus años de uso, se encontraba en perfecto estado y mantenimiento.

Acorde a lo averiguado, además de la Westfalia y la Alfa Laval (desnatadoras que desaparecieron con sus respectivos tableros y herramientas) faltó un equipo pasteurizador (Alfa Laval) y 4 prensas que se utilizaban para la elaboración de quesos.

La desnatadora, marca Wtesfalia procesaba 9000 litros/hora; mientras que la Alfa Laval, una máquina de menor porte, pero muy pesada, trabajaba con 4000 litros/hora. Hasta el momento no se han registrado novedades en cuanto al destino de todo el material robado, tampoco pistas que aclaren el ilícito.

Mientras tanto, el perímetro de la Cooperativa ya comienza a mostrar el abandono con la presencia de vegetación en el ingreso principal y en el perímetro. No se apreció seguridad externa y candados en las puertas, salvo en el sector de acceso a las oficinas.

La quiebra fue dictada en octubre del 2018 por el Juzgado Civil y Comercial Nº3 a cargo del juez Leonardo Portela, asumiendo como síndico el contador Horacio Larrivey.
Fuente: Diario El Día de Gualeguaychú.

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