El cuadro fue considerado sospechoso ante la presencia de fiebre alta y erupciones en la piel, síntomas compatibles con sarampión.
En este marco, por protocolo sanitario y dado que se trata de una enfermedad de notificación obligatoria, se llevaron a cabo acciones de vigilancia y control que incluyeron bloqueo y verificación del esquema de vacunación entre los contactos estrechos.