“Cuando empezamos a planificar una ampliación de la escuela, nos dimos cuenta de que el proyecto de terminar el edificio en forma de H, como era la idea original, ya no era posible. Entonces, hace unos seis años apareció este plan provincial de unidades educativas, por lo cual gestionamos los fondos y conseguimos la obra, que finalmente comenzó el año pasado”, recuerda Silvina Ávalos, presidenta de la cooperadora.
La necesidad de contar con más aulas “surgió porque nos faltaba espacio para el secundario. Con el crecimiento que ha tenido el nivel superior y el préstamo que le hacemos de algunas aulas a la Escuela de Jóvenes y Adultos Libertad cada noche, terminamos haciendo reuniones de profesores en el patio y dictando clases en el laboratorio, a falta de lugar”.
Al sacar el jardín del edificio central, explica que “quedará descomprimido todo un ala. Es que, al ser tan específico el mobiliario y las instalaciones de un jardín, es un espacio que no se puede compartir con personas adultas, porque las sillas y los inodoros de los baños, por ejemplo, son chiquitos”.
El acceso a la unidad de nivel inicial será por calle Emilio Francou, a fin de descomprimir el ingreso por Boulevard Churruarín al edificio central. “Tendrá tres salitas con dos sanitarios cada una, salón de usos múltiples, dirección, sala de maestros, depósito y cocina, además de baños para los docentes y personas con discapacidad”, detalla la cabeza de la asociación cooperadora escolar sobre las instalaciones con que contará.
Para que la empresa adjudicataria entregue la obra “falta pulir el piso, colocar los artefactos eléctricos, dividir los patios y detalles finales. El gobernador vino más de una vez y ha cumplido con todo lo prometido. Incluso, nos dio su palabra de inaugurar el próximo año, por eso ya estamos inscribiendo con la idea de desdoblar y que haya jardines desde los 3 años, tanto a la mañana como a la tarde. Es la única escuela pública de la ciudad que tiene el nivel inicial completo”.
Con la satisfacción del deber cumplido, considera que “es una inyección de energía enorme haber podido lograr esta obra, que da más ganas de seguir gestionando y haciendo. Es un solo grupo para la escuela entera el que integra la cooperadora, que viene trabajando desde hace 20 años. Si bien en la comisión somos los mismos hace mucho tiempo, para colaborar los padres siempre están dispuestos”.
Ardua y constante labor
“Cada día pasan, al menos, mil personas por el edificio”, dice Silvina Ávalos, presidenta de la asociación cooperadora escolar, para graficar el desgaste que sufre el establecimiento por su constante uso.“La escuela abre sus puertas a las 6.30 de la mañana con el secundario, a la tarde los jardines y el primario y a la noche el nivel superior y la Escuela Libertad, más todo el personal y las actividades que hacen otras instituciones en el salón de conferencias”, detalla a continuación.
Entre sus ingresos se cuentan “la colaboración de los padres con la cuota anual, a fin de año organizamos una rifa con la fiesta de la familia y la venta de empanadas de cada 20 de junio, que este año decidimos cambiarla por una feria que involucró a toda la comunidad y fue un éxito”.
Otros trabajos y proyectos. “El año pasado lo hicimos por fuera, pero ahora estamos avanzando con la nueva pintura adentro de la escuela y trabajando en un proyecto para arreglar las aberturas”, termina indicando Silvina respecto a actuales y futuras acciones.
