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La madre dice haberse enterado por Facebook
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No hay testigos que hayan visto quién o quiénes dispararon los cinco balazos que terminaron con la vida de Mario Alberto Ledezma, en un escasamente transitado camino rural del Departamento Concordia. ¿Cuál es la principal hipótesis? Si bien no hay información oficial al respecto, trascendió que la primera línea de investigación apunta al "ajuste de cuentas" y es por ello que se intentó precisar a qué se dedicaba Ledezma y con quiénes tenía trato frecuente. En especial, el interés de las pesquisas se centró en cualquier atisbo de conflicto con su entorno de relaciones.

Más que por intuición que por pruebas, los investigadores sospechan que pueda haber existido una "mejicaneada" en la trama de acontecimientos que desembocaron en la ejecución de este hombre, efectuada mediante 5 disparos.

Los primeros minutos después de que fuera hallado su cuerpo sin vida en un camino de ripio entre Colonia Yeruá y Puerto Yeruá estuvieron atravesados por infinidad de interrogantes. La víctima no no llevaba el DNI ni la documentación de la moto, tenía su celular y 250 pesos en el bolsillo, por lo que descartaron un asalto. La moto era una 110 cc3. Tuvieron un indicio al encontrar el número de motor del rodado y así pudieron llegar al titular.

Luego de ser identificado, se supo que Ledezma se domiciliaba en calle Moulins y Antonio Báez del barrio San Miguel II.

“Alrededor de las 10:20 se recibe un llamado del 101, donde me ponen en conocimiento de un posible accidente de tránsito con una persona lesionada en el ripio que une Colonia Yeruá con Estación Yeruá. Nos dirigimos hacia el lugar y a 8 kilómetros de nuestra comisaría y a 1.500 metros, al este de Estación Yeruá, nos encontramos con una persona de sexo masculino tirada en el piso, una moto al lado de él y en primera instancia se constata que estaba sin vida” contó el jefe de la comisaría de Colonia Yeruá, el oficial Hasenauer.

Pero enseguida constataron que no había sido un accidente. “Entre los detalles que se observan se ve que había un disparo de arma de fuego o similar en el tanque de combustible de la moto -detalló- por lo tanto se dio intervención al fiscal en turno. Se hizo presente el Dr. José Arias y toda la superioridad policial de las distintas divisiones que componen la jefatura para trabajar en lo que es pericias”, describió.

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La moto, baleada y ensangrentada Agrandar imagen
La moto, baleada y ensangrentada
El oficial explicó que “del trabajo realizado en forma inmediata al recorrer el lugar del hecho, a unos 250 metros, al oeste, de donde se encontraba el cuerpo, se encontraron 5 vainas servidas de calibre 9mm., la huella de una moto que dobló en U, y otra de una segunda motocicleta que hasta el momento no la tenemos identificada”.

Cuando se le preguntó si el fallecido habría sido baleado con la moto en movimiento, respondió: “Es lo que tenemos, desde el lugar donde fueron localizadas las vainas hasta el lugar donde cayó la persona, circuló estando herida unos 250 metros, cuando se dirigía en dirección a Estación Yeruá, pero la otra moto dobló en “U” donde se habrían efectuado los disparos. Alrededor de las 10 de la mañana no hubo nada y un vecino que fue y volvió las 10:20hs se encontró con la escena del crimen y avisó a la policía”.
La madre se enteró por Facebook
Ceferina Acosta, la madre de Ledezma, le contó al diario El Sol que la primera noticia sobre el trágico hecho la obtuvo a través de las redes sociales.

“Me enteré en Facebook, cuando publicaron una foto de él. No me habían avisado nada cuando en realidad el crimen fue de mañana. Vinimos a la jefatura y la gente de investigaciones me contó cómo fue y estamos esperando que me den más información”, relató.

“Nosotros vivimos en el barrio San Miguel II, él vivía en la parte de atrás de mi casa. No sé con quién fue y por qué a ese lugar”.

Según la mujer, Ledezma era cuidador de caballos, tarea que realizaba con otro vecino del barrio La Colina.

“La policía me pregunta cosas y yo no sé nada. No sé si fue con alguien o qué hacia allá. Yo no tenía mucho contacto con él, solo sé que se dedicaba a eso”.

La víctima fatal estaba casado y era padre de dos hijos. “Tenía una nena de 4 años y el chico de 14”.

Cuando se le preguntó si sospechaba de alguien, respondió: “La verdad que no sé, tuvieron mucha saña. Yo no sé nada, no sé qué contestar, no sé por qué me lo mataron”, detalló.

Por último, Ceferina Acosta pidió justicia y que se investigue la muerte de Mario Ledezma. “Esperamos por justicia, que la justicia de Dios descienda y dé con los autores del hecho”, dijo acompañada de una amiga.

A todo esto, la esposa de Ledezma estuvo en Jefatura en las oficinas de la división investigaciones declarando sobre las actividades de su marido y cómo fueron las últimas horas.
Fuente: El Entre Ríos y El Sol

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