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Hoy en día es habitual encontrarnos con referencias a las simbologías de distintos órdenes o caracteres que aparecen en varios edificios públicos o en los mismos cementerios. En este caso, hacemos referencia a las simbologías que se presentan en el cementerio de Colón.

Para comenzar, empezaremos analizando el significado de la antorcha. Si lo hacemos, podemos decir que la antorcha cuando se presenta con la llama hacia arriba, simboliza la luz que ilumina los pasos de la vida, la vigilancia de una luz ajena al ser humano que lo guía en su trayectoria. Su llama, al apuntar hacia el cielo, trae consigo la carga de la búsqueda del ser humano hacia su origen, lo divino (que se encuentra en el cielo). Desde la masonería, por ejemplo, la antorcha es símbolo de la luz, del conocimiento, de la razón. Simboliza en cierta forma la inteligencia del hombre por ver más allá de sus posibilidades en medio de la oscuridad de la noche.

Pero aquí viene la particularidad: la antorcha invertida. Considerando lo expuesto en líneas anteriores, cuando se representa la antorcha en forma invertida, hace referencia a la muerte, al fin de un ciclo de vida, y el inicio de otro nuevo. Es decir, que una las funciones que debe representar la antorcha invertida es poder iluminar la nueva vida que comienza luego de la muerte.

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Las fotografías que se adjuntan corresponden a uno de los mausoleos más antiguos del cementerio local, que pertenece a la familia de don Melitón Lazcano. Una familia muy prestigiosa en los albores de la ciudad, propietario de una de las mansiones más grandes y lujosas que supo tener Colón y que se mantuvo con su esplendor hasta un poco más de mediado del siglo XX.

Debemos pensar que la simbología que aparece en este mausoleo fue resultado de un estudio previo, una selección del mismo, y la construcción seguramente habrá llamado la atención de más de un curioso en estos temas. Es un mausoleo al que hoy se le debe hacer una restauración importante por ser uno de los más antiguos que conserva el cementerio local, por la impronta social que dejó esta familia en esta ciudad, y por la simbología que aún conserva su arquitectura.

Profesor Alejandro González Pavón
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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