Lo que parecía ser un control de rutina más al frenar la marcha de un camión derivó en un golpe al contrabando. Los agentes del organismo le hicieron una serie de preguntas iniciales al conductor —un ciudadano argentino— pero sus respuestas les suscitaron algunas dudas. Por ello, decidieron continuar con una inspección más profunda sobre el rodado.
En colaboración con Gendarmería Nacional, fue requisado el vehículo y se hallaron 22.400 atados de cigarrillos de industria uruguaya. Los cigarrillos son de una marca que no se comercializa en la Argentina. Además, el ingreso de esta clase de mercancía al territorio nacional con fines de comercialización requiere la intervención previa del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). Dichos avales no pudieron ser exhibidos por el conductor del camión, lo cual supone un agravante adicional.
Dado que este accionar constituye una transgresión al Régimen de Equipaje estipulado en el artículo 977 del Código Aduanero, los agentes secuestraron toda la mercadería, cuyo valor asciende a $10.500.000.
El volumen de la carga ha dado lugar a múltiples líneas de investigación. La Aduana dio aviso a la Justicia e intervino el Juzgado Federal de Primera Instancia de la ciudad de Gualeguaychú, interinamente a cargo de la jueza federal Dra. Analia Ramponi.
