Al acceder al lugar, constataron que el cuerpo se encontraba tirado en el suelo de cubito ventral y con una herida en la cabeza.
Aparentemente, fueron los vecinos quienes le trasladaron su preocupación a un familiar por no verlo en el barrio desde hacía tres días. Para ingresar a la vivienda, con presencia policial, se debió forzar la puerta porque estaba cerrada con llave.
El hombre vivía sólo en una casa precaria, era jubilado y se dedicaba a la venta de lombrices a pescadores.
Inmediatamente, se dio intervención a la División Investigaciones y Criminalística. Además, se hizo presente el fiscal de turno, quien dispuso el traslado del cuerpo a la morgue judicial para la realización de una autopsia.