“Los hermanos Velazco, que eran vecinos del barrio, fueron quienes empezaron con esto: las dos mujeres preparaban los regalos y el varón se disfrazaba de Papá Noel. Todo esto en 1959, así que el próximo año vamos a cumplir 60 y pensamos tirar la plaza por la ventana”, dieron a conocer para El Entre Ríos las actuales organizadoras, Griselda Nattero y Lorena Sallago.
“Ellos fueron los que empezaron haciendo una colecta entre vecinos y comerciantes, para poder comprar un juguete a los nuevos vecinitos del barrio. Además, globos para decorar la plaza ese día, golosinas para repartir y algunos regalos para sortear entre los chicos que se acerquen”, agregaron quienes, casi seis décadas después, continúan su legado.
Una ardua y paciente tarea. “Es muy lindo, pero agotador”, reconocieron. “Siempre decimos que va a ser el último año, pero después cuando va llegando la fecha terminamos organizando otra vez, porque la gente lo está esperando. Aparte, a último momento siempre se aparece gente, por más que la situación económica no sea la mejor”, comentaron.
“Los chicos esperan a Papá Noel, por eso nosotros estamos desde chicas colaborando con este proyecto como muchos otros vecinos que en su momento se acercaban a la plaza a buscar un regalo y ahora participan desde otro lugar”, añadieron las entrevistadas.
“Hoy en día, Papá Noel entrega los regalos que los papás nos llevan con anticipación con el nombre claro y bien grande. Nosotros preparamos 100 numeritos y 100 sorpresas, porque siempre hay algún chico que no tiene que anda por la plaza y no podemos no darle algo”, continuaron explicando sobre la modalidad de trabajo.