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La aprobación de la ordenanza que prohíbe la realización de jineteadas dentro de ejido de Gualeguaychú terminó en un escándalo, cuando proteccionistas de animales y miembros de agrupaciones tradicionalistas protagonizaron una situación violenta a pocas cuadras de la municipalidad.

Si bien las acusaciones son cruzadas, la Policía informó que dos proteccionistas que salían por la puerta principal habrían pronunciado palabras que provocaron la reacción de una mujer que respondía a los grupos tradicionalistas -sin embargo, los proteccionistas niegan esa versión-, lo cual generó una corrida con golpes hasta que intervino la fuerza pública.

Las agresiones comenzaron dentro del recinto y la situación terminó de desmadrarse tras la votación del proyecto. Algunos proteccionistas celebraron la aprobación, ante el ofuscamiento de los tradicionalistas que no tardaron en reaccionar. La situación motivó la intervención de la presidenta del Concejo Deliberante, Lorena Arrozogaray, quien en varias ocasiones amenazó con desalojar la sala.

Los agravios escalaron y la situación terminó de desmadrarse minutos después, cuando los protagonistas decidieron abandonar el lugar y volvieron a cruzarse en la puerta del palacio municipal. Allí hubo un intercambio de palabas e insultos, según una de las versiones. La corrida terminó en un grave enfrentamiento que motivó intervención policial y una denuncia de los proteccionistas en la comisaría primera.

“El ánimo estuvo muy caldeado. Dentro del Concejo, un tradicionalista le pegó a un integrante de GUABA que estaba con su novia. Cuando termina la sesión, ellos salieron muy mal. La Policía tuvo que entrar al recinto para separar. Dejamos que se fueran antes. Nos quedamos arriba y cuando salieron los corrieron, los tiraron al piso y golpearon con patadas. Ahora estamos en la comisaría efectuando la denuncia”, manifestó “Coqui” Carbó, una de las proteccionistas de la asociación “Patitas”.

“Los tradicionalistas salieron a correr y pegarle a dos proteccionistas, mientras nosotros salimos callados la boca, no los provocamos y no les contestamos: fuimos amedrentados”, enfatizó Carbó, además de sostener que la Policía no podía frenar a los agresores.

Distinta fue la versión de los tradicionalistas, quienes aseguraron haber sido “provocados toda la noche” por los proteccionistas. “Nos provocaron permanentemente y se burlaron de nosotros cuando se aprobó la ordenanza. Las provocaciones comenzaron dentro del Concejo y se extendieron a la vereda de la municipalidad. Se reían de nosotros”, señalaron.

Luego de la situación violenta, los proteccionistas cuestionaron el accionar policial para evitar lo sucedido en la calle.
Alcances de la ordenanza
La ordenanza que prohíbe la realización de jineteadas dentro del ejido municipal fue aprobada por mayoría: siete concejales oficialistas votaron a favor y uno se abstuvo, mientras que los cuatro ediles opositores votaron en contra.

“Prohíbase en la ciudad de Gualeguaychú la realización de jineteadas (o cualquier otro nombre que le asignen a la actividad de doma violenta), cinchadas entre carros traccionados por equinos, novilladas, palenqueadas, cogoteadas y/o pialadas. ART”, señala el artículo 1º de la norma.

El artículo 5º indica que “las infracciones graves serán sancionadas con multas que van desde 60 a 100 UTM, y las infracciones gravísimas serán sancionadas con multas que van desde 200 a 500 UTM”. En la imposición de sanciones se tomará en cuenta -para evaluar la cuantía- los siguientes aspectos:

. El grado del daño infligido al animal.

. La trascendencia social y el perjuicio causado por la acción.

. El ánimo de lucro ilícito y la cuantía del beneficio obtenido por la comisión de la infracción, la reiteración o la reincidencia en la comisión de las infracciones.
Fuente: r2820

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