“Nos enteramos de nuestra situación previo al Día del Padre por tener contacto con casos sospechosos. Nos resguardamos y alertamos a nuestros familiares para estar tranquilos hasta saber si éramos positivos o no. El proceso fue como una montaña rusa, nos agarró cansados luego de varios meses encerrados”, comentó María Paz, en una entrevista. A lo que agregó: “Los síntomas no son muy claros y tuvimos fiebre muy leve durante los primeros días. La duda siempre estuvo y sospechábamos porque lo vivíamos con otras personas muy cercanas”. El cansancio físico fue uno de los principales síntomas de ella y su hijo, jugador de rugby: “El cansancio constante fue el síntoma que más se hizo notar. Para una persona que está con buena salud es como un resfrío. El tema es con las personas en riesgo, que pueden sufrir y mucho este proceso. La actitud nuestra fue activa en todo momento y con mucha conciencia por el impacto que tuvo la situación en toda la ciudad”.
La jugadora de hockey del CAE se refirió al acompañamiento provincial desde el área de Salud, dejando en claro ciertas falencias y la falta de claridad a la hora de dar positivo. “Hay muchas deficiencias desde Epidemiología en cuanto al acompañamiento de la situación que uno tiene que atravesar. Desde la veracidad y forma de trabajar con cada caso. Pasamos mucho tiempo de cuarentena y uno considera que la cuarentena solidaria fue en vano, porque no hubo preparación para la situación que hoy estamos viviendo”, afirmó.
“Uno tiene que ser responsable y cuidarse. No quiero poner un palo en la rueda por lo que vienen haciendo las autoridades, pero falta una guía de parte de ellos. Es cansador andar preguntando todos los días cómo sigue nuestra situación”, agregó Villarraza.
María Paz, que contó en primera persona cómo es convivir con el virus, remarcó lo importante que fue la familia en este momento y el llamado de los amigos. "Fueron los que nos mantuvieron en pie, nos brindaron soluciones y desde la parte médica me saco el sombrero por el doctor Portillo, que estuvo ayudándonos en todo momento”, señaló la jugadora de hockey del CAE.
Por otro lado, detalló cómo recibieron alimentos: “Lo bueno de contar con personas que se preocupan por la salud de uno fue importante. Muchos de ellos nos mandaron preguntando que necesitábamos. Algunos se acercaron hasta la puerta de casa y otros nos pagaron cuentas que teníamos que cumplir en tiempo y forma”.
Ella como su hijo, el jugador de rugby, agradecieron el apoyo del CAE durante el aislamiento. “El club respetó en todo momento la situación de nosotros y nos acompañó a su forma. Estamos agradecidos por el apoyo que nos dieron. Ellos saben que uno puede colapsar por la situación familiar que vivimos. La presencia de ellos a través de un mensaje fue fundamental. Nosotros en lo físico estábamos bien y creemos que eso fue muy importante. Desde el CAE siempre nos motivaron para mantener el humor durante estos días para no pincharnos, no pensar y estar activos”, expresó.
