El crédito concordiense, Gustavo Bou, se hizo presente antes de las veintiuna. Su llegada es como la de todo crack, con aplausos, abrazos, y flashes. Gustavo Bou no pasa desapercibido en el club Defensores de Nebel. No podía ser menos, teniendo en cuenta que es su lugar en el mundo. Apenas hace dos días y un poco más arribó al país, y con una operación consumada que no era de gran importancia según le comentaba a algún vecino preocupado. De Boston a Nebel, sin escalas. El resto fue una mezcla de emociones, protocolo, chistes, discursos (de los que se animaron a emitir unas palabras, claro) y mucho mate para paliar la fresca noche.
El proyecto deportivo que trae a Concordia
Según manda su prestancia y forma de ser, La Pantera reveló algunos detalles del proyecto deportivo que trae consigo. De esa manera, narró: “La idea es poder hacer la cancha con césped sintético, es el anhelo que tengo y el regalo que le quiero dar a los chicos principalmente y a todos los que practican deporte para que puedan tener una cancha de estas características. A partir de ahí, comenzar con las estructuras del estadio. El tema de la cancha va a ser lo principal. A todo ello lo acompañarán cosas necesarias que el club debe tener: escuelita de fútbol, las categorías. Mi idea es traer un coordinador, entrenadores y formadores. Es cuestión de tiempo pero ahora estoy enfocado en organizar todo para poder darle a la gente del barrio las instalaciones necesarias”.
En sincronía con el tiempo, el frío hacía mella en los presentes. Bou no estaba exento de eso, aún así, no perdió oportunidad para razonar sobre el fútbol concordiense, el cual seguía cada vez que la diferencia horaria se lo permitía. En tanto, el ahora dirigente esbozó: “Lo veo bien al fútbol de la ciudad. Lo sigo por streaming -risas-. Trato de mirar siempre”.
Gustavo Bou nunca se fue. El fútbol lo ha llevado a distintas partes del país y el mundo pero su corazón y la familia siempre estuvieron en el populoso barrio Nebel de Concordia, Entre Ríos. Así lo ha demostrado en innumerables ocasiones, como fue por caso la última gran inundación que sufrió su ciudad natal. Fue allá por 2015 cuando se puso a colaborar, codo a codo, con cientos de voluntarios que ayudaron a los que debieron dejar sus casas por la creciente del río Uruguay.
