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Alejo Maxit
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Para Alejo Maxit, esta figura de enroque en Colón no es más que un nuevo y no tan ingenioso intento de perpetuación.

En el día de ayer, este dirigente provincial del Pro y secretario general de Anses publicó una nota de opinión en nuestra versión digital. Atento a las repercusiones que tuvo, El Entre Ríos conversó con Maxit respecto de esa columna, en la que sale al cruce de varios de los puntos abordados por el gobernador Gustavo Bordet el pasado domingo en una entrevista al diario La Nación, y también la ocasión sirvió para centrar la atención en otras cuestiones más vinculadas con el departamento Colón. - ¿Qué dispara esa respuesta suya a las consideraciones que hizo Gustavo Bordet en esa entrevista, donde La Nación eligió el calificativo de equilibrista para definir al gobernador?

- No quiero repetir lo que ya dije, pero claramente sentí que el Gobernador, con la idea de dejarnos a todos los votantes de Entre Ríos contentos y medianamente satisfechos, apelaba a una estrategia de opiniones parciales y medias verdades.

- Bordet trata de minimizar a Urribarri como aliado político, y dice que después de haber asumido la gobernación con una situación financiera muy mala ha podido ordenar la provincia y que este año tendremos superávit primario y financiero. ¿Está de acuerdo?

- Primero, en el reportaje Bordet trata de despegarse de Urribarri, minimizando el hecho de que es parte principal de la coalición peronista que arropa al gobernador. Mal que le pese al gobernador, Bordet y Urribarri son socios. Es la continuación natural de un proceso que no arrancó hace cuatro años sino muchísimo antes. Segundo, cuando Bordet habla de una provincia con sus cuentas en orden está en los cierto pero lo hace desde una posición de total ingratitud. Se olvida, tal vez porque le conviene, que los pilares de ese saneamiento no son obra suya sino resultado del accionar del Gobierno Nacional al que ahora elige denostar. Si las cuentas cierran es porque el gobierno nacional finalmente le dio a las provincias los recursos que le habían sido negados por siempre, y particularmente durante los días de Cristina Kirchner. Ni haciéndose pasar por el mejor amigo de la ex presidenta, logró Urribarri alguna vez el nivel de apoyo financiero que consiguió la provincia durante este gobierno de Macri.

- Llevado al plano local colonense, y haciéndonos eco de los dichos de Miriam Lambert que dijo que ella no era Rebord, ¿qué puede decir al respecto?

- Bordet es Urribarri y Miriam Lambert es Mariano Rebord. Estamos aquí frente a un nuevo y poco ingenioso intento de perpetuación, que toma la figura de un enroque. Nos toman por tontos, gatopardismo absoluto. Los vecinos lo saben. Colón enfrenta hoy múltiples desafíos, y esta administración ha demostrado que no está en condiciones de continuar, no importa la forma que tome. Carece de fuerza, ha perdido toda iniciativa y no es capaz de garantizar el nivel más básico en la provisión de servicios.

Con el tiempo comienzan a perderse los límites entre lo que es el aparato municipal y lo que es la plataforma política de poder de la pareja, surgen innumerables conflictos de interés, y quien gobierna comienza a perder la capacidad de diferenciar el bien público del propio. Tanto Rebord como Lambert han tomado por asalto a la municipalidad y hoy parecen considerarlo casi un bien de familia. No es casualidad que tanto nuestro candidato Ariel Battista como el vecinalismo denuncien los aprietes y amenazas que sufren los vecinos. Necio es quien no lo quiere ver y frente a esto, nosotros tenemos una propuesta bien concreta, con la idea de servir al vecino y no a nosotros mismos. Con Ariel Battista y todo su equipo traemos experiencia de gestión en otros ámbitos y también un nivel de compromiso y frescura con el colonense que los demás no pueden ofrecer. Battista es claramente la mejor opción para refundar Colón, y resaltó la palabra refundar, así de bajo hemos caído.

- ¿Y en San José? Finalmente Cambiemos parece va a poder constituirse como una opción electoral de peso después de varios intentos…

- En San José pasa lo mismo que en Colón, el vecinalismo perdió su encanto como quien dice. Aquí también vemos un caso donde un grupo político comienza a sentirse propietario de una estructura que tiene que gestionar pero que no les pertenece. Tal confusión lleva a la pérdida de efectividad y a un manejo ineficaz y algo desganado de la cosa pública. Esa carencia se hace cada vez más evidente, y pensamos que junto con Gabi Gabioud hemos logrado amalgamar un grupo de trabajo que le puede aportar a la ciudad la cuota de orden, imaginación, y compromiso de la que hoy carece. Como todos sabemos Monjo es Canali y viceversa. San José está listo para probar fórmulas más efectivas que esa.

También en Liebig vemos una oportunidad histórica. Mario Bonini y Silvio Domínguez son dos referentes comprometidos y reconocidos por los vecinos. Fueron miembros de la junta vecinal, y por ello tienen muy claro las necesidades, el déficit y los problemas del pueblo, como por ejemplo la necesidad de mejorar la calidad del agua.

- ¿Alguna consideración final?

- Tanto en nuestros municipios como en la provincia tenemos que volver a poner el carro delante del caballo. Los políticos debemos dejar de ver al estado como un trampolín para nuestros sueños, intereses y ambiciones y debemos empezar otra vez a pensar primero en el vecino, segundo en el vecino y tercero en el vecino. Eso implica planificación, ejecución y la búsqueda de recursos para atender las enormes carencias de nuestros conciudadanos y comprovincianos, por ejemplo, en cuestiones de infraestructura. Tenemos que dejar de ver a los municipios como agencias de empleo y fuentes de votos y volver a darles el rol que alguna vez supieron tener, marcando la estrategia de desarrollo y progreso de nuestras comunidades.
Fuente: El Entre Ríos

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